Proyectos presentados
Guitar explicó que uno de los proyectos, la del sistema de GPS o posicionamiento geo-satelital para informar la ubicación en tiempo real en los colectivos, es fundamental para mejorar la seguridad de los usuarios. “No es lo mismo estar esperando 20 o 15 minutos los colectivos que estar un minuto”, indicó.
Pero fue presentado en momentos en que no se habían instalado las máquinas SUBE en las unidades. En ese momento, el proyecto les otorgaba seis meses de plazo a las empresas para instalar un GPS en cada colectivo. No obstante, ahora cada móvil ya cuenta con esa tecnología. Por ende, la implementación del proyecto sería más simple. Solo bastaría coordinar la aplicación con los GPS de las SUBE. “Así como desde las empresas saben dónde está cada unidad por la SUBE, el pasajero podría tener esa información, por donde va el colectivo, o que demora tiene para que pase por determinada parada”, dijo.
De hecho, hay ciudades, como Rosario, donde funcionan las APPS de ese tipo. Por ejemplo, la página web del municipio de Rosario explica que para los usuarios existe MOVI, una app que contiene los servicios del ¿Cuándo Llega?. “’Cuando Llega’ es un servicio disponible durante las 24 hs. de los 365 días del año, que permite conocer en tiempo real el arribo de un colectivo urbano a una parada determinada….”, se señala. Son aplicaciones pagas, explicó Guitar, pero no son onerosas. “No son tan caras”, recalcó.
DIARIOJUNIO consultó a la Central de Tránsito sobre la viabilidad del proyecto. La respuesta fue que allí no cuentan con la información de los GPS sino que el sistema es monitoreado directamente desde la Capital Federal. Pero, al mismo tiempo, aseguraron que pidieron poder acceder al posicionamiento de las unidades para que se pueda implementar ese servicio en Concordia. “Se está tramitando”, dijo la fuente.
Paradas inteligentes
Por otra parte, la edil de Nueva Concordia pidió en abril del año pasado que lleguen a Concordia algunas de las 4.000 paradas inteligentes pertenecientes al Programa “Paradas Seguras” que se instalaron o se iban a instalar en la Capital Federal y el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires). Las paradas cuentan con pulsador antipánico y de emergencias, intercomunicador conectado a un centro de monitoreo de seguridad, cámara domo 360, reconocimiento facial, baliza estroboscópica, altavoz, Wi-Fi, terminal automática para recarga de SUBE, puertos para carga de celular y pantalla informativa.
Guitar expresa en el proyecto que, si los fondos para instalar las paradas provienen del gobierno nacional, que el programa “Paradas Seguras” se federalizara y que llegue a las ciudades del interior. Por ejemplo, a Concordia que es capital alterna en la provincia. “Muchas cosas quedan allá en el Amba”, recalcó.
“Que lleguen por lo menos 20 o 40 paradas inteligentes en determinados puntos estratégicos”, dijo. Además de servir para mejorar la seguridad de los usuarios, serían interesantes para los turistas ya que brindan información sobre la ciudad y para personas con capacidades diferentes, como no videntes e hipoacúsicos, ya que tienen una serie de adaptaciones.
Más adelante, Guitar dijo que hicieron consultas con el ministro de Transporte en ese momento, Mario Meoni, quien falleció posteriormente en un accidente de tránsito. Luego asumió Alexis Guerrera quien “tomó otra línea de trabajo”. “No sé en qué estado quedaron esas conversaciones”, recalcó.

Realidades contrastantes
En la última sesión del Concejo, llegó una nota de vecinos del barrio José Hernández donde piden la instalación de una garita de colectivos en la esquina de Istilarth y Las Heras, por donde pasan las líneas 1 y 4. “Este es el medio de transporte más utilizado por los vecinos del barrio”, indicaron en un proyecto que fue presentado en el Concejo Deliberante firmado por los habitantes de la zona.
“El problema surge los días de lluvia, quedando los usuarios del transporte sin resguardo por lo que sería bien vista la instalación de una garita en calle Istilarth y las Heras”, se señala en la nota.
Desde el bloque del oficialismo aseguraron que llegan muchos pedidos de vecinos para construir paradas que sin derivadas a la comisión de Transporte del Concejo. Entre ellos, Guitar pidió una garita en la esquina de Gualeguay y Boulevard Ayui varias veces. Pero la responsable de la comisión, la concejala Lía Solís (Frente de Todos), no respondió la requisitoria de DIARIOJUNIO para saber cuántos pedidos de instalación de refugios llegaron al cuerpo deliberativo. ¿Cuantas garitas hacen falta en la ciudad? En la Central de Tránsito aseguraron que están realizando un relevamiento de las paradas de colectivos en estos días.

Pedidos de los vecinos
No obstante, DIARIOJUNIO dialogó con la responsable de la dirección de Presupuesto Participativo, Laura Gervasi, indicó que los vecinos piden porque muchas veces deben esperar bajo la lluvia el colectivo. A veces, los niños que van a la escuela se mojan en pleno invierno aguardando que lleguen las unidades.
La responsable de Presupuesto Participativo sostuvo que cuentan con un presupuesto aproximadamente de $ 3,5 millones por barrio anualmente, dependiendo de la densidad demográfica de cada uno. Los vecinos deciden en qué gastar y muchas veces los vecinos votaron en favor de la edificación de refugios. De hecho, se construyeron 29 garitas entre 2015 y 2019: una garita en el barrio Llamarada, dos en Leoncio de Luque, una en Villa Gobernador Cresto, ocho en el barrio Lavarden, dos en el Belgrano Sur, 11 en La Bianca, una en El Triángulo, dos en el 21 de Septiembre y una en el hospital Masvernat que luego fue reemplazada por otra mejor.
En 2020 no se construyó ninguna por la pandemia, en 2021 se instalaron cuatro: dos en el barrio Capricornio y dos en el 25 de Mayo, y en 2022 se edificaron nueve: cuatro en el Barrio Sarmiento, una en el Barrio Cooperativas, una en el Barrio Pancho Ramírez, una en el barrio San Francisco, una en el barrio Palmeritas y una en el barrio El Tero. Además, se restauraron tres garitas en el barrio Juan XXIII.
Quedan pendientes para lo que queda 2021 una en el barrio Isthilart, una en el 6 de Febrero, una en el Cooperativas, una en el Palmeritas, una en el Independencia y dos en el Tavella Norte.
Gervasi explicó que las garitas que ellos construyen responden a un modelo aprobado por el Concejo Deliberante que son diferentes, y más modestas, que las que se instalaron en zonas turísticas que tienen publicidad e iluminación. A julio de 2022 el costo de un refugio es de $ 400.000 con un piso de cemento de 3 x 1,5 metros y carteles institucionales.
Antes de que gane una elección la opción de una garita, el pedido debe contar con la aprobación de la Central de Tránsito debido a que en muchos barrios hay veredas muy angostas y no queda lugar para que los vecinos caminen por la vereda. Y a veces suceden hechos extraños como en el Barrio Sarmiento donde el lugar elegido para colocarla, donde suelen aguardar la mayor cantidad de usuarios era muy estrecho. Y los vecinos pudieron que se la instale en la vereda de enfrente para cruzar caminando la calle cuando viniese el colectivo. Un pedido un tanto insólito.
Además, deben consultar a los frentistas. Y, sorprendemente, o no, muchos prefieren que no se instale nada en el gerente de sus hogares por temor a la presencia de desconocidos durante varios minutos o que las usen para treparse e ingresar a las viviendas. Para evitar eso, se les colocan unos pinchos. “En muchos lugares los vecinos no quieren; no es fácil. O porque tienen el jardincito o porque les queda muy pegado a la pared. Nuestras garitas no son todas cerradas para que no sean un aguantadero. Se ve quienes están esperando, pero, así y todo, la gente tiene temor”, indicó
Una vez que los vecinos la eligen, y de no haber ninguna objeción, la garita se instala en el término de dos meses aproximadamente. Gervasi indicó además que, en líneas generales, las garitas se mantienen, aunque hace poco debieron repintar las 29 colocadas antes de la pandemia ya que están al aire libre y tiene un desgaste lógico por estar a la intemperie. Víctimas de vandalismo fueron en pocas ocasiones: una de ellas en La Bianca donde se debieron colocar asientos nuevos ya que los habían roto a todos.

Informe: Guillermo Coduri