Argentina solicitó al Banco Mundial que no apoye el financiamiento de la planta de celulosa Botnia, de Finlandia. La solicitud argentina se realizó a través de la embajada en Washington.
Las dos plantas de celulosa que están en marcha implican para Uruguay una inversión de casi 1.700 millones de dólares. Una es Botnia de Finlandia con inversiones previstas por 1.200 millones de dólares y la segunda es Ence de España con casi 600 millones de dólares.
Argentina también va a presentar una queja formal ante la cancillería uruguaya, por el permiso otorgado el 6 de julio por el presidente Tabaré Vázquez a Metsa-Botnia de instalar un puerto privado sobre el Río Uruguay, cuando ambos países se hallaban en mitad de negociaciones sobre el tema.
La postura del gobierno argentino es que las plantas se instalen respetando las mismas exigencias que la Unión Europea impondrá a partir de 2007 a todas las industrias de su territorio. En Europa, quienes se mantengan como “industrias sucias” deberán cerrar. Por eso se cree que Ence y Botnia están intentando abrir plantas en países en desarrollo. En la cancillería se analiza hacer un planteo ante la Corte de La Haya. Hay antecedentes de éxito en cuestiones tramitadas allí, especialmente cuando las mismas se refieren a “daños irreparables”. Si se instalan las papeleras y hay contaminación, el daño también sería irreparable.
Por otra parte, hoy se reunirán en Buenos Aires Alejandro Gahan y el abogado Navarro Moreno con un abogado especialista en derecho internacional, para estudiar la posibilidad de que también la Asamblea de Gualeguaychú o los Vecinos Autoconvocados (que tienen personería jurídica) presenten un reclamo internacional.