Además aseguró que Uruguay no violó el tratado del río e hizo mención al perjuicio causado como consecuencia de la «ilegalidad» del corte internacional por parte de ambientalistas de Gualeguaychú, al que señalaron como «consentido» por las autoridades argentinas.
El profesor de Derecho Internacional de la Universidad de Edimburgo Alan Boyle señaló durante el alegato que la planta de celulosa Botnia «no ha causado contaminación perjudicial al río Uruguay» y agregó que «no ha puesto en riesgo la ecología del ecosistema y satisface los estándares de calidad del agua y protección ambiental acordados por ambas partes».
«La calidad del agua no cambió desde que la papelera comenzó a operar en febrero de 2007. Es la fábrica adecuada en el lugar correcto, en un río que es más que capaz de soportar el desarrollo de este tipo de actividad económica. Además, no se ha hallado un solo caracol ni un solo molusco muerto en el río», subrayó Boyle.
Fuente: DyN