Ante esto, el capitán Marcelo Larrobla, subjefe de Relaciones Públicas de la Armada, dijo que «la seguridad en los puentes está más reforzada que lo habitual. Estamos atentos a las noticias y los trascendidos para monitorear la situación».
Larrobla admitió que si los ambientalistas «hacen el trámite normal de Aduanas, pueden ingresar al país» aunque advirtió que «la situación puede cambiar».
Por otra parte el ministro interino de Vivienda, Jaime Igorra, afirmó que el gobierno «está dispuesto a cerrar nuevamente las fronteras ante cualquier amenaza. Tomaremos todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los uruguayos».
Igorra dijo que el corte de frontera por parte de Uruguay es «una medida responsable y legítima, que no se puede comparar con la actitud de los piqueteros argentinos, que actúan financiados por el gobierno provincial de Entre Ríos y respaldados por un gobierno nacional que se pone la camiseta de una causa piquetera. Nosotros somos un gobierno legítimo, que no mira para el costado y que cuida a su gente».
Mientras analizan la manera de llegar a Las Cañas y Tacuarembó, los piqueteros comenzaron a ajustar los detalles del «escrache» a Tabaré Vázquez durante la asunción de Cristina Fernández como presidenta argentina. Además de planificar acciones en Buenos Aires para el 10 de diciembre, día de la transmisión de mando, los ambientalistas preparan otra marcha para el 12 hacia la porteña Plaza de Mayo.