Uruguay autorizó a la pastera UPM a ampliar la producción

Con fecha 6 de junio, el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente uruguayo, a cargo del arquitecto Francisco Beltrame, autorizó a la planta productora de Fray Bentos a ampliar la cuota máxima de producción de pasta de celulosa hasta 1,3 millones toneladas secas al aire por año. La resolución ministerial 622/2014 fue comunicada por nota a la delegación argentina de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), a cargo de Hernán Orduna. La disposición implica un nuevo incremento del tope máximo de producción anual, que en octubre de 2013 se fijó en 1,2 millones de toneladas secas al aire. Según pudo saber Tiempo Argentino, la Cancillería está preparando una dura respuesta a la resolución del gobierno uruguayo.

La autorización del ministro Beltrame responde a un pedido de la empresa finlandesa UPM, que opera la planta de Fray Bentos, y que el 3 de abril último había solicitado a la administración de José Mujica “optimizar las condiciones de operación de la planta”. Eso significaba, en lenguaje más directo, recibir el permiso oficial para aumentar la producción anual de pasta de celulosa en 100 mil toneladas y establecer, así, un nuevo tope de 1,3 millones toneladas. En el documento que autoriza el incremento de la producción, el ministerio uruguayo cita dos estudios científicos realizados por la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA), el organismo oficial de Uruguay responsable de las políticas de control de la contaminación. Según esos estudios, en la pastera de capitales finlandeses no se registran “impactos negativos residuales de significación”.

En Uruguay, la habilitación de un nuevo incremento en la producción de celulosa coincidió –no casualmente– con la llegada a Montevideo del subsecretario de Estado de Relaciones Comerciales Exteriores del gobierno de Finlandia, Matti Anttonen. En su primera visita a Uruguay, el funcionario finlandés aseguró que las empresas de su país que producen pasta de celulosa –UPM es una de ellas- “están muy felices con su presente”. También reconoció que las pasteras instaladas en territorio uruguayo “están utilizando químicos para sacar la celulosa del árbol” cuando en Finlandia existe otra forma industrial de obtener la celulosa, que consiste en “el uso mecánico de la madera”. Entrevistado por el diario uruguayo El País, Anttonen se mostró optimista al ser consultado por el cortocircuito entre Argentina y Uruguay por la ex Botnia. “Con suerte los problemas se han terminado y la empresa está produciendo. Incluso puede que los cooperadores económicos de Argentina se beneficien de esta inversión en el río Uruguay”, señaló. En las próximas semanas se sabrá si ese optimismo se traslada al otro margen del río.

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