Así salió al cruce de los dichos del Jefe de Gobiernoporteño, Mauricio Macri, quien se manifestó en contra de que el Estadointervenga en la industria petrolera y lo consideró un hecho contra elfederalismo. “Esta reglamentación no es contra las provincias sino a favor.Solamente si somos todas parte de un mismo barco, y trabajamos en formaarticulada, nos va a ir bien”, agregó en declaraciones a los medios locales.“Las empresas extranjeras que vengan a invertir están bienvenidas, pero nopodrán seguir llevándose el 90 por ciento de las utilidades fuera del país,como lo hacía Repsol, produciendo un verdadero vaciamiento de nuestra energía”,agregó Urribarri. “Queremos más inversiones hidrocarburífera en toda la cadenade producción, mejor integración de capital público y privado, nacional e internacional,y eso no lo podemos hacer si cualquier empresa o provincia hace lo que quiere.La planificación, las normas claras, van a ser, a partir de ahora, másatractivas para todos”, explicó Urribarri.
«Lo que escuchamos de Macri es, lamentablemente, más delo mismo. Defiende que Repsol haya dejado caer en la última década al 6 porciento anual la producción de gas y petróleo, y que hoy seamos un importador degas y no un exportador como podríamos ser por nuestras reservas y recursos”.
“Macri sigue pensando en el Virreinato del Río de la Plata,su visión umbilical del mundo le hace pensar que el servilismo a las grandespotencias es la mayor aspiración del Pueblo Argentino; sigue entendiendo alpaís desde una posición centralista, portuaria. Es por eso que su partido nisiquiera tiene presencia en la mayoría de las provincias, en el caso de EntreRíos sacó el 1,5 %, y pretende, rodeado de los enemigos de la democracia,digitar la política nacional desde la Sociedad Rural.”
Macri entiende la seguridad jurídica exclusivamente paraempresas privadas, pero no la aplica en su visión para el país y losargentinos. Macri quiere seguir soñando con la década del 90 y volvería aprivatizar todo, ¡hasta el obelisco!”.