En tanto, si bien con respecto al perjuicio sobre los trabajadores de la fruta o toda la economía que mueve la producción, Urribarri dijo que “ahora hay actividad por tres o cinco semanas mas. Lo que tenemos que hacer es encontrar la solución una vez que se termine el trabajo. Y es lo que vamos a hacer”, no ahondó en detalles acerca de cómo se abordaría esa situación. En cambio, sí se refirió a los beneficios que recibirían los productores, entre los que mencionó como posibles “financiamiento, traslados de vencimientos hasta fin del año que viene o alguna asistencia económica”. “Pero esas definiciones se toman una vez que tengamos toda la información. Y no hay duda alguna del daño total y real que se ha producido”, aclaró. Al mismo tiempo, aclaró que la asistencia estará estrictamente sujeta “a las declaraciones juradas, que deben indicar cual es la verdadera ayuda a cada productor”.
Urribarri se refirió también a la posibilidad de aumentar el impuesto a las bebidas colas (del 8 al 28%), para así obtener recursos para la creación de un fondo de reconversión citrícola y de buscar las formas de incorporar tecnología a la producción regional.
