El objetivo es erradicar los asentamientos más precarios que existen en las principales ciudades de la provincia “Acceder a una vivienda digna es la base de realización de una familia, lo dijimos cuando iniciamos el segundo período de gobierno, y hoy tenemos el mismo compromiso del primer día. Y hay tres años por delante para redoblar el trabajo. Esa es nuestra responsabilidad y de todo el equipo de gobierno”, le manifestó el mandatario entrerriano Sergio Urribarri al equipo de trabajo.
El mandatario sostuvo que es posible resolver alrededor de 2000 soluciones habitacionales por año de manera de cerrar su segunda gestión sin villas de emergencia, al menos en las principales ciudades de la provincia. La existencia aún de viviendas precarias (ranchos o casillas), en los principales centros poblados acompaña situaciones de hacinamiento, falta de servicios básicos (agua, energía, saneamiento), y configura condiciones para otras problemáticas que desvelan al gobernador, la violencia familiar.
“Llevamos 9 años desde que Néstor inició la reconstrucción nacional y no podemos resignarnos a que haya familias sin dignidad en nuestra provincia”, suele insistir el mandatario para estimular a su gobierno frente a los obstáculos que presenta asumir esta problemática, heredada de la aplicación de políticas neoliberales en los 90 y de la desidia de aquel Estado.
Como en toda iniciativa oficial de magnitud, el financiamiento suele ser el punto de inflexión que posibilita o no la mejor de las intenciones. En ese sentido, el programa provincial ya prevé un fondo integrado por aportes del Estado entrerriano – que se desprenderán de las “cajas” más rentables-, al que se sumarán recursos que llegan a la provincia del gobierno nacional, capitales originados por la venta de numerosos inmuebles del gobierno provincial que se encuentran ociosos y no prestan ninguna utilidad, más el producido de un impuesto especial a la transferencia gratuita de bienes, una vez tratado y aprobado por la Legislatura de Entre Ríos. Tampoco se descarta la participación de organismos internacionales que financian este tipo de emprendimientos.
La ejecución de esta nueva propuesta elevaría los actuales 2.500 a los 8.000 puestos de trabajo también mediante cooperativas y pequeñas empresas locales de construcción durante los tres años que contienen la concreción del programa.
A partir de la aprobación legislativa se pretende implementar un plan a tres años, que apunta a terminar con los casos de extrema vulnerabilidad en las cuatro ciudades de mayor densidad poblacional de la provincia: Paraná, Concordia, Gualeguaychú y Concepción del Uruguay.
En los próximos días el mandatario presentará la iniciativa a los legisladores del oficialismo y los instará a una rápida aprobación de la norma para financiar este programa con la creación de un fideicomiso de administración.
Los asentamientos actuales
El equipo de trabajo conducido por Irigoyen efectuó un profundo relevamiento que, cruzados con los últimos datos del censo nacional, identificó y enumeró las villas existentes junto al número de familias en emergencia real, efectiva y presente en las principales ciudades de la provincia. Esa información traza también una indeleble línea sobre las acciones que se van a realizar y las soluciones que llegarán con nombre y apellido, evitando la posibilidad de cualquier nuevo agregado, que provoque distorsiones y conlleven algún beneficio inmobiliario no deseado.
En el caso de Paraná se procurarán construcciones en asentamientos de Los Arenales, Bajada Grande, Croacia Sur, Villa Almendral, El Túnel, Puerto Viejo, Maccarone, San Martín, Cantera Yatay, Humito, Villa María, La Floresta, Cantera San Cayetano, Giachino, Gaucho Rivero, Anacleto Medina Sur, Itatí, Hijos de María, Los ladrilleros – Parera, 4 de junio, Villa 351, Villa Mabel, Presidente Illia, Las Piedras, Juan Báez, Justo José de Urquiza y Jorge Newbery, Miguel David Este, Prefectura, Arroyo Los Berros, Capibá y El Radar.
En Concordia se trabajará en El Silencio, Llamaradas I y II, Las Viñas I y II, La Esperanza, Villa Cresto, Fátima, La Bianca, Don Jorge, Salto Chico, Benito Legeren, El Arenal, La Colina, Victorino Simón, Cancha Las Heras, 9 de Julio, Maria Goretti, Carretera de la Cruz y bordes del Manzores.
En Concepción del Uruguay podrán tener un techo digno familias de La Escondida, La Higuera, Ex Circuito Mena, San Isidro, Camino Viejo Pelay, La Curva, Cantera 25, Parque La Salamanca, Villa Industrial, Pozo Lanas, Ex central Caseros, Planta de Gas, Vías del Ferrocarril, Los Cachetudos, Villa Las Mandarinas, Cristo de los Olivos, Defensa Sur, Basural Viejo, Los Palos, la Tablada, Planta emisora, Las Moras, Lacava y Don Bosco, y barrio La Quilmes.
En Gualeguaychú habrá intervenciones en los asentamientos Franco, La Tablita, Camino de la Costa, Tropas, Suburbio Sur y La Florida.
