“El proceso nacional ha sido tan virulento que uno no puede estar ajeno, sin embargo entiendo que no ha resentido la gestión provincial, cuya agenda sigue siendo nutrida, todos los días”, comenzó diciendo Urribarri, antes de añadir que “como ciudadano, me preocupa sí que la oposición despliegue una postura tan dura, tan poco afecta al diálogo acaso por falta de liderazgo, ante decisiones que, independientemente de las formas, tienden a mantener el consumo, a volver previsible la economía y a incorporar al Banco Central a una estrategia general de desarrollo”.
El mandatario señaló a El Diario que “en esa forma de hacer política a través de los medios, hay una agenda que no refleja los asuntos que preocupan a la mayoría de los argentinos”. Luego, señaló: “No me caben dudas respecto a que algunos dirigentes nacionales de la oposición, que no serán más de veinte, han tenido estas actitudes porque les molestan los logros alcanzados”, antes de subrayar que “habrá que reconocer que mientras en países poderosos están viendo cómo reducen salario o personal, en la Argentina el temporal se viene capeando sin tantas consecuencias sociales”.
“Tan sólo un dato, que es representativo de que hay acciones transformadoras que buscan el bienestar de la sociedad, cuyos efectos profundos se notarán con el tiempo: la asignación universal por hijo, una iniciativa altamente positiva, hizo aumentar casi en un 30 % la matrícula; nos origina un problema con la infraestructura que no alcanza ni va a alcanzar en el corto plazo pero bienvenido sea si el objetivo es que los chicos vuelvan a la escuela y estén incorporados al sistema sanitario con controles y vacunas”.
“Lo que pasa es que yo estoy enfocado en el gobierno; planteé una agenda de mediano plazo que ha generado una expectativa que palpo en las visitas a las ciudades, entre gente que estaba cansada de estar dando vueltas siempre en torno al mismo centro, como un trompo”, refirió, al señalar que “haber trazado un horizonte de mediano plazo, ha empujado a que muchos –entre los que me incluyo—nos demos cuenta de que Entre Ríos está para cosas mayores y, entonces, la cuestión electoral no nos puede quitar energía o tiempo”.
Sobre el cronograma electoral, Urribarri dijo: “Tengo una posición institucionalista: creo que la Legislatura tiene la facultad excluyente en materia electoral y yo no pienso intervenir, ni trazar hipótesis al respecto”, indicó cuando se lo consultó por el debate originado con la ley de lemas como referencia. “Que trabajen con libertad”, auspició.
“Yo voy a opinar cuando sea el momento oportuno”, remató. Fue entonces cuando indicó que “todo el mundo sabe en la Legislatura quién es el legislador que ha venido motorizando la idea de la ley de lemas, más allá de los comunicados de prensa que firme”, en elípticamente alusión al diputado Hugo Oscar Berthet que, junto a Enrique Cresto, acaban de manifestar públicamente que era el mismísimo Urribarri quien promovía un cambio en la legislación para que el sistema de lemas y sublemas resuelva las diferencias partidarias, sobre todo en el oficialismo. “No fue nadie del Ejecutivo y menos Urribarri sino un legislador el que acercó leña al proyecto a favor de la ley de lemas”, remarcó.
Entonces, se creyó en la obligación de subrayar que “lo único que me preocupa hoy por hoy es la gestión; si la Legislatura avanza en la discusión institucional, no sólo política, ahí diré qué pienso, pero no ahora”.
“Hoy hay una fecha que establece la ley electoral, que es bastante antigua por cierto; la Legislatura tiene la facultad de modificarla o dejarla como está: si institucionalmente se resuelve reformarla, opinaré”, manifestó, antes de hacer notar que “hay una opinión equivocadísima según la cual Urribarri, el peronismo o no sé quién pretenden desdoblar las elecciones; la ley vigente es la que obliga a desdoblar y, según la Constitución reformada, sólo la Legislatura puede fijar cuándo deben realizarse: si no hay cambios, tendrán lugar en marzo”.
