El mandatario indicó que las comunidades están haciendo ya un gran esfuerzo, y ello “debe ser valorado en su medida por todos los sectores sociales”. En consecuencia, la provincia resignó recursos por vía de diferimientos o no imposición de tributos. Además, señaló que “todos los días asistimos al espectáculo del derrumbe del capitalismo mundial. Los que hasta ayer nomás eran países modelos muestran hoy aumentos desmesurados de desocupación, corralitos, y salvatajes financieros soportados por sus pueblos”.
Por lo tanto, indicó que las conductas fiscales a las que deben ceñirse “se centran en la prudencia extrema, en la no instalación de nuevos gastos justamente para buscar la garantía de cumplimiento de lo que ya constituyen obligaciones inexcusables en materia salarial y otras prestaciones básicas de las administraciones”.
Más adelante, Urribarri señaló que “es importante recordar que el pasado año los trabajadores estatales y municipales reclamaron y recibieron aumentos salariales justos y razonables”. Y agregó que “ese aumento de la masa salarial tiene hoy una incidencia superlativa sobre los recursos que efectivamente están ingresando a las arcas del Estado”, indicó.
Por todo lo expuesto, sostuvo “la imposibilidad e inconveniencia de otorgar aumentos salariales en el sector público en esta grave coyuntura. Hacerlo significaría una medida simpática, pero pondría en riesgo los puestos de trabajo transitorios, el pago de los haberes salariales en tiempo y forma y derivaría en la ruptura de la cadena de pagos de lo cual los entrerrianos tenemos un fresco y triste recuerdo”.