La causa refiere a la denuncia por distribución irregular de publicidad entre 2010 y 2015 por 24 millones de pesos, de los cuales la mitad fue otorgada a las empresas Tep SRL y Next SRL, cuya propiedad y relación con los dueños se adjudica al cuñado de Urribarri, Juan Pablo Aguilera.
La acusación de los fiscales apunta a la existencia de una organización empresarial que se beneficiaba con esos contratos. También se sostiene que las firmas publicitarias José María y Jesús Bustamante, de Paraná, y Hugo Montañana, de Concepción del Uruguay, habrían logrado esos contratos publicitarios a cambio de pagar un retorno a Aguilera.
Uno de los implicados en la causa, Bustamante, se acogió hace pocos días al beneficio de un juicio abreviado, tras aceptar haber participado de esa organización para el manejo de la publicidad.