-¿Lo sorprendió el discurso de la Presidenta en Chaco?
-Cristina había esbozado que seis o siete candidaturas podían ser excesivas y lo ratificó en el discurso de Chaco. Es responsable llegar como máximo con tres fórmulas. Tanto en las PASO presidenciales como en provincia de Buenos Aires. No me sorprendió.
-¿Se siente aludido por la cadena nacional de la Presidenta?
-Para nada, porque nunca fui ni tibio ni blando (NdR Cristina afirmó en su discurso que la Presidencia no era para tibios o blandos). Además, en tres o cuatro oportunidades le he manifestado a dirigentes jóvenes de La Cámpora y a funcionarios que yo tenía la actitud de quienes decimos que nos conduce Cristina Fernández de Kirchner: ocupar cualquier lugar que el proyecto nos requiera. En esas charlas hablé de cosas concretas, hasta de ser candidato a intendente o legislador provincial. Yo he tenido esa actitud, no sé si todos. La respuesta siempre fue que tengo que caminar el país.
-¿Ve posible un reordenamiento de las candidaturas del oficialismo en los próximos días?
-Escuché a (el secretario de Legal y Técnica) Carlos Zannini hablar de unificar candidaturas. Quien conduce este proyecto es Cristina y en los días que vienen ella puede precisar aún más lo que dijo en Chaco. Creo que Daniel, Florencio o Rossi, si realmente decimos que nos conduce Cristina, deberíamos acatar sus decisiones. Yo acato cualquier decisión y todos deberíamos hacer lo mismo. En diez o quince días habrá definiciones.
-Si la Presidenta le pidiera que fuera vicepresidente de alguno de los otros candidatos, ¿lo aceptaría?
-A cualquiera de nosotros que nos pida algo la Presidenta, no podemos negarnos.
¿Con cuál de los otros precandidatos se sentiría más cómodo?
Con cualquiera que me lo pida Cristina, si es que me lo pide. Tengo diferencias con Scioli y Randazzo pero la experiencia de Capital demostró que la dispersión no fue buena y se abrió una reflexión.
-¿Cuántas candidatos deberían llegar a las PASO de agosto?
-Tres. Scioli, Randazzo y yo.