LA ESTRELLA…
Desde fines del año pasado, el firmamento de la política argentina comenzó a mostrar una estrella el ministro de economía Axel Kicillof.
En el medio de una crisis económica internacional que, lejos de mejorar, empeora, Kicillof logró en el tumultuoso fin del año pasado, detener (cuando pocos lo creían posible), la corrida cambiaria que amenazó con llevar puesto al gobierno, hacer trepar al dólar por las nubes y provocar un incendio social. Vale recordar la sedición policial en varias provincias, la nuestra entre ellas y los poderosos relamiéndose y operando en ese barullo sangriento.
En esa misma línea hizo caer las expectativas inflacionarias del establisment que apostaban a una devaluación mayor y con ello obligar al gobierno a impulsar una política que logre llenarle los bolsillos al sector exportador y al capital financiero.
Ese sector, que especuló brutalmente luego de no lograr su objetivo, guardó la cosecha de soja para dañar al gobierno a través del no ingreso de divisas y terminó perdiendo dinero a lo pavote. Su angurria, le hizo perder también al país y al pueblo.
Como la nueva profecía de un país incendiado y una presidente huyendo, quedó aguada y a la espera de OTRA oportunidad, reapareció la esperanza negra : los buitres y el mejor amigo de ellos, el juez neoyorkino, Tomás Griessa.
Los actores de siempre, apostaron a empujar al país al default. La idea era mostrarlo quebrado (como en tiempos de De la Rúa y la sucesión interminable de presidentes por un día), para lo cual no trepidaron en asociarse a los buitres.
Otra vez, la movida de Kicillof, los dejó con la boca abierta. Depositó en el banco de New York el dinero que debía y en esa jugada calificada como maestra le terminó trasladando el problema a Griessa que quedó tan en evidencia que fue el hazmerreír de la prensa mundial. Salvo para el grupo Clarín y la Nación que trataban salvar la imagen del decrépito juez y azuzaban el accionar de las cuevas de dinero negro.
Kicillof no solo logró presentar a ese juez como un tipo acabado, senil y con la enfermedad de la mala memoria, sino que puso a la justicia de EE.UU. en el peor lugar.
Más aún, el mismo Kicillof al que el grupo Clarín, la Nación y el establisment económico no se cansan de mostrarlo como un joven incapaz y atolondrado, logró que el mundo entero apoyara su andanada contra los buitres.
Pobre Kicillof, sus elocuentes triunfos van en desmedro de su imagen zamarreada todos los santos días en la radio y los medios de los caranchos locales que lo muestran como el Torquemada de la city, a lo que él ha respondido señalando que no se persigue a nadie solo se intenta hacerle cumplir la ley a quienes no estaban acostumbrados a respetar las normas que limitan sus movidas.
Los que carecen de información fiable, deben saber que hasta David Cameron, primer ministro británico, respaldó a la Argentina tras la cumbre del G20 en Australia. “Claro que apoyo el comunicado, dijo. El problema que tenemos es que hay apoyo a países como Argentina que han tratado de reestructurar sus deudas, pero después se encontraron con fondos buitre que los llevaron ante Cortes en otros países, donde consiguieron sentencias que vuelven prácticamente imposible para ellos pagar y los empujan a un nuevo default técnico”, respondió Cameron, para sorpresa del mundo.
No reseño aquí el apoyo de la ONU y de cada uno de los organismos internacionales porque sería tedioso para la lectura, pero con solo decir que hasta el G-20 cargó contra los buitres, alcanza para comprender el mensaje que agranda la luz de la estrella.
No termina aquí, la última movida que intentó otra corrida cambiaria y llevar el dólar a $ 20 para que, de ese modo, los exportadores recuperaran el dinero que perdieron por angurrientos al guardar la cosecha, terminó con una nueva estampillada contra la pared.
La angurria de unos y la desesperación de otros por destruir a este gobierno, le dieron juego al ministro que convenció a la presidente CFK de unificar el poder y echar a los quinta-columnas del gobierno.
Voló el presidente del Banco Central y de nuevo el valor del dólar paralelo al que pensaban llevar a niveles venezolanos, bajó de modo estrepitoso y a los crédulos que compraron el dólar a $ 16, ya se les recomienda que le vayan a reclamar la diferencia a Clarín y a los economistas súper especializados (en joder gente) que entrevista todas las mañanas.
Esa estrella (de ahí el término elegido) está lejos, pero aun así, alumbra como pocas.
URRIBARRI, MUCHO GASTO PUBLICITARIO Y POCO RESULTADO
Urribarri alcanzó popularidad provincial y nacional cuando se jugó en apoyar a la presidente en el enfrentamiento con los grupos del agro negocio, incondicionalmente. Esta visto sin embargo y el gobernador ya lo debe estar sabiendo, que, con eso solo no alcanza en un país de tanta dinámica como este.
La Panamericana de acceso a la gran ciudad muestra gigantógrafías con la cara de Urribarri, lo mismo ocurre en el centro porteño. A esa publicidad callejera se le suma la de los diarios, la del futbol para todos, la de la TV y las publi-notas, en fin, un interesante despliegue del que carecen otros candidatos con más apoyo social, como el caso de Taiana o Randazzo.
En una de las últimas encuestas publicadas, Scioli aparece con el 20 % de intención de votos y, sumando todos los candidatos, esto es, Randazzo, Urribarri, Rossi, Julián Domínguez y Taiana-, el FpV alcanzaría el 31%, o sea, 11 puntos es lo que aportan al FpV, entre todos ellos, pero sabiendo que por lo menos el 6 % de esos 11 puntos los suma el ministro Randazo, el mejor renqueado de todos ellos.
Más datos aún, los actos de fe kirchnerista realizados hasta ahora, muestran que La Campora logró movilizar 40 mil almas ; una cifra similar o mayor en otro estadio porteño, fue lo que congregó la agrupación Evita que lleva de candidato al ex canciller Jorge Taiana. La otra movida, protagonizada por dos filos kirchneristas, Martín Sabattella y Carlos Heller arrastró tras esa propuesta entre 20 y 30 mil personas, según distintas fuentes.
Al lado de estas manifestaciones masivas, lo de Urribarri queda achicado, su acto porteño en el que presentó su candidatura, no mostró gente, solo una foto del palco y sin cifras de concurrentes. El dato fue cuidadosamente ocultado.
La era menemista en que lo importante era la facha, ya fue. Ahora, en la era del debate político al marketing hay que agregarle contenido. Ayer los trabajadores de ATE llevaron la protesta a Bs. As. e hicieron saber que una cosa es lo que Urribarri dice allá y otra lo que hace aquí.
Aquí sus políticas están siendo muy criticadas, situación que está siendo expuesta por los gremios que lo bancaron durante todos estos años y en los peores momentos, como la crisis provocada a fin de año por la sedición policial en alianza con fuertes sectores políticos y económicos que son los que hoy defienden a los sediciosos.
De hecho ATE y la CTA, además de AGMER, le reclaman que cumpla su compromiso de aumento salarial. Los trabajadores estatales, ex aliados suyos, casi incondicionales, le hicieron saber con el paro de 48 hs y la movilización a Buenos Aires que eso dejó de ser así.
En un comunicado que hicieron público espetaron “el sueño entrerriano de llegar a ocupar el sillón de Rivadavia se sostiene sobre la espalda de los trabajadores estatales, sumiéndolos en la miseria” , así de fuerte, la expresión de sus ex aliados. La expresión “miseria” puede sonar exagerada, pero debe computarse que los sueldos docentes de esta provincia están entre los más bajos del país.
De Urribarri salieron a hablar bien quienes no votaran al oficialismo, esto es, el presidente de la UIA, y los industriales a quienes favoreció no cobrándoles Ingresos Brutos. También el aparato partidario, por ahora, aunque hay que decir que ya está previsto el ingreso de Scioli para el 5 de diciembre.
El que le abrió la tranquera que él creía cerrada fue, nada menos y aunque por ahora lo niega, Lauritto, uno de los mejores ranqueados junto a Bordet para gobernar la provincia.
En otras palabras, ni los votos de Scioli ni la sintonía fina con las políticas públicas de Kicillof.
EL HIJO DE…
En tanto en Concordia hay, por ahora, un sordo escozor que se rasca y sangra, cuando aparece en las fotos (en casi todas las institucionales) el hijo de Urribarri, Mauro, un joven al que no se le conocen más virtudes que repartir cargos y dineros públicos entre algunos seguidores.
Su forma de hacer política es una repetición de las peores prácticas del bustismo, de hecho, la repartija es igual que lo que hacía la hija de Jorge Busti, cuando era el mandamás. El dato no es menor y vale no ocultarlo en favor de lo que se ha logrado en estos años en que la militancia de los ideales volvió al ruedo en el país, mal que les pese a los opositores a todo y al residual menemista.
Gustavo Bordet que aspira al cargo mayor de la provincia, aparece cediendo a la presión y ayuda a instalar la idea que Urribarri hijo puede ser intendente de esta ciudad.
O sea, intendente de una ciudad compleja un muchachón al que no se le conoce otra experiencia que el de secretario en la Cámara alta y un pasado como empleado bien pago de la Embajada Argentina en Montevideo entre los años 2009/11, o sea, durante el primer mandato del padre y posterior al papel jugado por este, en el conflicto agrario.
La oposición se regodea frente a tal posibilidad y en las filas del oficialismo podrán verse en los siguientes días, grupos bien diferenciados. Por un lado aquellos que saldrán a defender ideas y proyectos y por otro los “si pato” que ayudaran al desquicio.
En este marco, la aparición de Giano como candidato a intendente, refrescó el ambiente, pero no alcanza para mostrar vitalidad plena. En el seno del crestismo se nos aseguró que la discusión no es si jugar o no, el debate se da en relación a cuando mostrar las cartas.
En este marco está claro que el triunfo de Bordet estará atado a cómo defina política en esta línea fina de la política de alianzas internas.
Si logra que todos los sectores internos sintonizan el mismo rumbo, su candidatura sería casi cantada, si no acierta en esa movida, la tranquera podría abrirse y todo sería diferente. Final abierto.