Además, le agradeció “por devolverle a Entre Ríos lo que la historia le quitó desde que se estructuró este país”, y por “querer tanto a Entre Ríos y por amar tanto a los entrerrianos”.
El gobernador acompañado por el vicegobernador electo, José Cáceres, exteriorizó su emoción al llegar a Concordia. “Las lágrimas que se me cayeron son las mismas que vi en nuestra gente de Concordia que la pasó muchas veces mal”, señaló.
Más adelante, señaló que en este lugar quería homenajear a quien hace un año y 26 días que estaba en este mismo lugar, el 30 de septiembre de 2010, refiriéndose al ex presidente Néstor Kirchner. “Néstor, desde el cielo se te estarán cayendo lágrimas de alegría como a nosotros, gracias por este país que nos dejaste, por este proyecto nacional, popular, democrático, transformador, equilibrando la fuerza para que los argentinos vivan mejor”.
El mandatario destacó que nunca nadie ganó con el 70 % de los votos. “No tiene antecedentes, jamás lo tuvo”. Y agregó: “nadie voto en contra de nadie. Por primera vez en los últimos 30 años se vota a favor de algo, de un proyecto transformador, de un proyecto político democrático, eso es lo novedoso en Entre Ríos y el país”.
“Hicimos muchísimo, pero falta mucho más, no debemos estar satisfechos, solamente cuando entre nosotros y los que vengan después de nosotros hayamos logrado que no haya un solo entrerrianito que la esté pasando mal. Hasta ahí no podemos estar satisfechos”, apuntó y añadió: “A nosotros mismos nos va a costar superar lo que hicimos en estos cuatro años y el que venga después de nosotros tendrá que superarnos”.
El mandatario recordó que José Cáceres lo acompañó la famosa noche del voto “no positivo” del vicepresidente Julio Cobos. “Hay alguien que se quedó conmigo a la madrugada para ver como el primer vicepresidente de la historia traicionaba a una Presidenta. Salíamos a la madrugada de la Casa de Gobierno y éramos muy pocos”, dijo Urribarri.
Y resaltó el gesto en comparación con lo que sucedió luego de las elecciones legislativas de 2009, cuando Néstor Kirchner perdía en la provincia de Buenos Aires con Francisco de Narváez. “Treinta días después, en esta ciudad, un dirigente político que era de nuestro partido me dijo: ‘bueno, me imagino que ahora te dejarás de embromar con los Kirchner’. Le dije: ‘muero con las botas puestas con el proyecto nacional y popular’”, vociferó desde el palco.
A su lado se encontraban la intendenta electa de Paraná, Blanca Osuna, el intendente Gustavo Bordet, el ministro de Salud, Ángel Giano, el senador electo Enrique Cresto, entre otros.
El gobernador volvió a remarcar que en el proceso reciente toda la dirigencia política fue puesta a prueba. “Hubo dirigentes que se quedaron del lado del país para pocos, del país del Centenario. Y hubo otros que nos quedamos del otro lado, del país para muchos, del país del Bicentenario”, manifestó.