Mientras que el otro gremio estatal advierte sobre la posibilidad de una futura privatización de los casinos, Monzón aseguró que se modifican algunas condiciones pero “de ninguna manera se entrega ningún control o se habla de una futura privatización”.
El gremialista comparó la actual situación con lo que sucedió hace muchos años, cuando ingresaron las maquinitas bajo la modalidad de concesión. “Hoy por hoy, las maquinitas son las que sostienen de alguna manera el sistema de juegos en la provincia”, indicó. “Lo que garantiza el nivel salarial de los trabajadores del casino son las máquinas tragamonedas”, expresó.
Más adelante, Monzón señaló que hay una realidad mundial. “Hace 20 años atrás o 30 años atrás, la tómbola era todo un boom y hoy nadie juega a la tómbola”, indicó. En esa misma línea, indicó que el paño de los casinos de Entre Ríos “han tenido sus épocas de esplendor”. No obstante, dijo que en la actualidad los números “muestran una realidad totalmente distinta”.
Respecto de las pérdidas, dijo que uno de los motivos es la competencia de las provincias vecinas. En la costa del Paaná, los casinos provinciales “han quedado sin posibilidad de competir frente a los monstruos que se han instalado enfrente” en referencia a los de Rosario y Santa Fe. En tanto, Monzón dijo que Gualeguaychú “era la Cenicienta” de los casinos de Entre Ríos y desde que en la zona de Tigre se abrió otras salas de juego fue perdiendo clientela.
Es más, Monzón argumentó con cifras. “Gualeguaychú llegó a tener una pérdida de $ 1.000.000. El casino de Concordia aproximada de $ 240.000 mensuales”, precisó. En tanto, señaló que en el último caso, los tragamonedas generan un superávit que permite que el casino siga funcionando.
“Hay situaciones de las que debemos hacernos cargo todos”, dijo respecto del régimen laboral. “Es un tema que nunca se discutió, que nunca se habló”, añadió. Como ejemplo, recordó que en una oportunidad en Paraná llegó un contingente de turistas japoneses a jugar a las tres de la mañana. Como cerraba a esa hora, se fueron a Santa Fe que está abierto hasta las cinco. “No ha habido una proyección de generar una competencia”, indicó.
“Hay que ver alguna alternativa que permitan poder competir para poder garantizar de esta manera la fuente de trabajo y los ingresos salariales de los compañeros”, expresó. “Debería haber una discusión sindical para ver realmente que es lo que se puede plantear en este sentido”, manifestó.
Por otra parte, Monzón señaló que el sindicato solicitó que el adicional por productividad que el Iafas anunció que se le iba a descontar a los empleados que adhirieron a la huelga que se reparta equitativamente entre los trabajadores que no hicieron paro. “Lo que planteamos es que la plata que va a ser descontada no quede en las arcas del Iafas y sea distribuido entre los trabajadores que prestaron efectivamente la función. No atenta absolutamente en nada contra la integridad salarial de los otros compañeros. Tratamos de que se respete la normativa vigente”, señaló.
El adicional por productividad significa cerca del 60 % del sueldo de un empleado de casino. “Significa bastante, es un monto considerable”, consideró. “De no haber algún impedimento legal, la cuestión ya está definida que va a ser de esta manera y nos parece atinado que esta plata sea distribuida entre los trabajadores”, indicó.
“El casino de Victoria tiene un déficit de $ 150.000 y esta empresa se hace cargo de pagar un canon de $ 1.200.000 que implica la masa salarial de los trabajadores más un canon por mesa. Esto trae alivio a las arcas del Iafas y mejorará la productividad y el nivel salarial de los trabajadores”, expresó.