UP3: Descubren a otro interno que intentaba ingresar marihuana al Penal

La seguidilla de casos que se vienen dando en la UP3: de familiares, o los propios internos que intentan ingresar droga al penal, están denunciando de una forma innegable, la gran drogodependencia que presentan algunos presidiarios, manifestada por la demanda de estupefacientes, que emana de los pabellones de esa institución. Dentro de termos, bollos de pan, y hasta jabones, son las artimañas más populares, que se evidencian cuando los familiares o amigos de los condenados van a visitarlos. Pero en los últimos meses, lo que comenzó a notarse con mayor preocupación, es el riesgo que asumen algunos de los internos que están calificados como “de buena conducta”, y que por tal motivo y de acuerdo al régimen de ejecución de pena, gozan del beneficio de salidas socio-laborales.
El régimen en cuestión le permite a un interno reintegrarse en la sociedad y en el mercado laboral, incluso varios meses antes de recobrar la libertad, para garantizar en algunos casos el sostén de sus familias, pese a su condena, y en otros casos, para garantizarle una fuente de empleo que le permita subsistir sin verse tentado a reincidir en el delito, cuando esto ocurre por mera necesidad. De acuerdo a este programa, determinados internos pueden salir de la cárcel a las 7.00 u 8.00 de la mañana y regresar a las 20.00hs. para pasar la noche en prisión.
Sin dudas es un beneficio que ningún privado de la libertad quisiera perder. Pero entonces ¿por qué lo hacen?
Según opinó en dialogo con DIARIOJUNIO, el director de la Unidad Penal N° 3, Marcelo Villaverde: “un interno que está con salidas, sale a las 7.00 de la mañana y regresa al penal a las 20.00hs, ¿tiene necesidad de traer algo prohibido a la unidad? Yo creo que no, si quisiera hacerlo él está todo el día fuera de la custodia penitenciaria ¿para qué va a ingresar sustancias prohibidas a la cárcel?, lo que pasa –explicó el funcionario- es que hay otros internos que no tienen este beneficio de salidas y que evidentemente los presionan, porque imagínese que para que arriesguen un bien tan importante para ellos, como es la libertad, debe haber una presión importante”.
Consultado respecto de cómo se trabaja para los casos de internos adictos, tema del que Villaverde ya había hablado con este medio, y sobre el que afirmó, semanas atrás, que la unidad no contaba con un programa ni presupuesto especifico para tal fin, pero que el psicólogo adscrito se encargaba de llevar adelante un tratamiento por su cuenta, con los escasos medios a su disposición.
En esta oportunidad Villaverde señaló que “cuando un interno ingresa a la Unidad se le pregunta si es adicto a alguna sustancia y si ellos tienen la voluntad de recuperarse se los inscribe en Alcohólicos Anónimos o en Narcóticos Anónimos; pero es un programa voluntario y es fuera de la unidad” no obstante detalló que “con el tiempo van aceptándolo porque eso los beneficia para obtener beneficios como por ejemplo las salidas, a los que están en condiciones de obtenerla”
Por otra parte, consultado sobre otra práctica que al menos hasta hace unos años era común en esta penitenciaría, preguntamos al director penitenciario si aún se siguen hallando envoltorio con droga -que son arrojados desde la calle, por encima del muro- en los patios de la institución. Al respecto Villaverde reconoció que “En todas las unidades que tienen perímetros lindantes a la calle publica es muy común esa táctica, y la nuestra no es la excepción”

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