¿Por que si tienen algún tipo de coincidencias con las fuerzas a las que convocan no trabajan juntos en forma permanente?
Por supuesto que casi siempre este tipo de convocatorias giran en torno a los partidos mayoritarios.
Desde el gobierno se reflota el PJ y se tejen acuerdos con Reutemann, Schiaretti y Busti que durante el conflicto agropecuario eran considerados “los máximos traidores”. Tampoco tienen pruritos en juntarse con Rico si esto les asegura algún puñadito de votos más.
Desde la “oposición” lo único que interesa es ganarle al gobierno. No importa con quienes ni para que. La cuestión es ganarle. Carrió le hace guiños a Reutemann sin considerar que éste es la oposición de Binner en Santa Fe y que los socialistas son sus aliados. Los radicales se juntan con Carrió, López Murphy y Cobos olvidando que se fueron de ese partido por diferencias “irreconciliables”. Todo vale. La Biblia y el calefón, Don Chicho y la Mignon.
¿Cuál sería el programa de gobierno de estas “alianzas”? Todos ellos han votado cosas diferentes en el Congreso. ¿Por qué ahora se habrían de poner de acuerdo?
Desde Proyecto Sur también creemos necesario construir espacio de unidad. Ya en noviembre de 2008 ante la realización de la Constituyente Social de la CTA en Jujuy, Pino Solanas emitió una declaración donde señalaba la necesidad de buscar caminos de unidad de las fuerzas populares. Pero señalaba claramente que esta unidad tenía objetivos claros e irrenunciables: unidad para recuperar los recursos petroleros, mineros y gasíferos cedidos en concesiones que llegan hasta el año 2047; unidad para reconstruir el sistema ferroviario destruido en la etapa menemista; unidad para terminar con el monopolio de las grandes cerealeras que se quedan con gran parte de la renta agropecuaria; unidad para devolver los recursos a las provincias saqueadas por la ley de Coparticipación existente; unidad para modificar la Ley de Entidades Financieras que viene de la época de Martinez de Hoz; unidad para modificar la Ley de Radiodifusión; unidad para revisar la deuda externa ilegítima.
La unidad del campo popular tiene un valor indiscutible. Es impensable realizar las transformaciones que la Argentina necesita sin un marco de amplia unidad. Pero este concepto no debe ser bastardeado con convocatorias oportunistas, meramente electorales, unidos por el espanto mas que por el amor y que terminan al otro día de las elecciones.
Desde Proyecto Sur pretendemos sentarnos con otras fuerzas populares a discutir un proyecto de país, un programa de acción política y una verdadera unidad que vaya mas allá de las coyunturas electorales. Nos negamos terminantemente a ser peones de las estrategias electorales de los profesionales de la política o a buscar atajos que nos permitan lograr meros espacios electorales que terminan en nuevas frustraciones para el pueblo.
En esa tarea estamos, con todas nuestras limitaciones, pero con la convicción de que otra Argentina es posible.