"No es suficiente que el mundo esté conmocionado por estas imágenes. La conmoción debe emparejarse con acciones", afirmó en un comunicado el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake, al referirse a la crisis de refugiados que afecta a Europa.
Las imágenes a las que hizo referencia Lake, son las de Aylan Kurdi, un pequeño sirio de tres años que zarpó junto a su familia y otras personas en un precario bote, escapando del conflicto armado en Siria para buscar refugio en Grecia, pero el bote se hundió y el niño, su hermano Galip y su madre Rehan, murieron ahogados.
Sus cuerpos aparecieron en una playa de la localidad turca de Bodrum.
Lake recordó que estas imágenes se suman a otras de refugiados que mueren asfixiados en camiones que cruzan fronteras de Europa y de otros que intentan saltar sobre alambrados. "Mientras la crisis de refugiados se profundiza, estas no serán las últimas imágenes impactantes que rebotarán alrededor del mundo en la redes sociales, en las pantallas de televisión o en las portadas de los diarios", agregó.
Por ello, hizo un llamado a la comunidad internacional para que se provea a los niños refugiados los servicios escenciales, se desplieguen operativos de salud en las áreas en las que sea necesario y se prioricen los intereses de los menores en todas las decisiones.
Asimismo, pidió continuar las operaciones de rescate y llamó a realizar esfuerzos "para prevenir el abuso y la explotación de los niños refugiados y emigrantes". Seguidamente añadió que "al menos la cuarta parte de quienes buscan refugio en Europa son niños. En los primeros seis meses de este año más de 106.000 niños han pedido asilo en Europa".
Por su parte, Stephane Dujarric, vocero del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, también hizo referencia a la tragedia al subrayar que "cuando los refugiados no encuentran avenidas (para escapar de la guerra) terminan poniéndose en manos de grupos criminales internacionales".
