En el momento en que se desató el fuego, no había ningún integrante del matrimonio, ni de sus dos hijos menores de dos y ocho años, en el interior de la vivienda. En Bomberos presumen que las llamas se iniciaron a raíz de un cortocircuito aunque no se hizo peritaje. La vivienda estaba conectada a la red eléctrica a través de un medidor comunitario.
La rápida intervención de los bomberos, tanto Zapadores como Voluntarios, evitó que las llamas alcanzaran las tres viviendas vecinas, dos de las cuales pertenecen a familiares del damnificado. En una de ellas ya había humo en el interior.
El propietario de la casilla sería Fernando Zaupa, de 30 años, perdió todas sus pertenencias como cocina, heladera, mesa, sillas, camas además de documentación personal. La municipalidad interviene para proporcionar elementos que sirvan para construir una nueva casa.
Aunque se desconoce la causa del incendio, se presume que la conexión a la red eléctrica, que la proporciona un medidor comunitario, era deficiente. Los Bomberos recomiendan siempre que toda conexión de electricidad o gas sea revisada periódicamente por profesionales matriculados. De hecho, un conexión domiciliaria no puede realizarse sin la presencia de un electricista que supervise la instalación pero se desconoce quien se hace cargo de los controles en barrios donde hay medidores comunitarios.
