Cuando esa persona se disponía a retirarse por la puerta principal, fue demorado y se le solicitó que exhiba sus pertenencias. La situación puso muy nervioso al sujeto quien, luego de unos minutos, accedió al pedido de los funcionarios. Se constató que tenía en el interior de la mochila cuatro placas de bronce talladas, cuatro jarrones de bronce tallados y dos estatuillas de bronce de Jesucristo y diversas pertenencias.
El Fiscal en turno, José Arias, ordenó la aprehensión del individuo de 37 años, además el secuestro de los elementos mencionados y la posterior entrega de los mismos a la encargada del Cementerio.