El elemento más conflictivo de la ordenanza es la prohibición de vender nafta a los playeros. Los propietarios de las estaciones habían pedido que no se los sancione por comercializar combustible sin el casco. Argumentaban que se comprometía al personal que despacha por la presión que podrían ejercer los motociclistas que concurran sin el casco y la posibilidad de que puedan llegar a ser víctimas de algún tipo de agresión.
Por ese motivo, se decidió dejar de lado la imposición. La concejal Graciela Salazar (PJ-Bloque Unipersonal) aseguró en agosto pasado que habían acordado con los propietarios de las estaciones de servicio que quedarán eximidos de ser multados en caso de cargar nafta a motociclistas sin casco. A pesar de que en aquel momento había quedado despejado el camino para la promulgación de la ordenanza transcurrieron cuatro meses y la ordenanza sigue sin aplicarse.
En este caso, la razón es la falta del convenio que debe firmar el Ejecutivo y los propietarios de las estaciones. Giampaolo aseguró que aún no está finalizado y lo están analizando con la Dirección de Asuntos Jurídicos. En consecuencia, la norma está vigente pero no se aplica. “Hay un acuerdo no escrito en no avanzar hasta que esté el convenio”, dijo el edil.
Además Giampaolo manifestó que no es un tema sencillo de resolver. Sin explicitar demasiado el porqué de la tardanza en aplicar la normativa, quizás la respuesta se encuentre en la retiencia de los propietarios de la estaciones de servicio. En tal sentido, en julio pasado, el propietario de una estación de servicio Schell ubicada en el centro de la ciudad, Carlos Sarachú, señalaba a DIARIOJUNIO que el “poder de policía” debe quedar en manos del municipio y no ser delegado a los playeros de las estaciones.
“Nosotros estamos de acuerdo. Lo que no estamos de acuerdo es que el poder de policía nos lo trasladen hacia nosotros. El agente de tránsito está para hacer cumplir las normas, no nosotros. No podemos ser castigados nosotros por una función que debe cumplir él”, indicó Sarachú. En el proyecto, luego modificado, se establecía que se podía llegar hasta la clausura del comercio en caso de ser sorprendido en infracción varias veces.
En tanto, mientras la ordenanza no se ponga en vigencia –en otras ciudades ya se aplica sin inconvenientes como Paraná- la utilización del casco dependerá en mayor medida del rigor de los operativos de la dirección de Tránsito. Si bien se había observado un mayor acatamiento hace algunos meses, en la actualidad se volvió a relajar la conducta y pueden observarse a muchos motociclistas conducir sin casco.
La conducta riesgosa de los conductores de motos tiene su correlato en las emergencias que se suscitan. La dirección de Estadística del hospital Delicia Concepción Masvernat informó en mayo pasado a DIARIOJUNIO que el año pasado ingresaron 251 pacientes con traumatismos encéfalo-cráneo por accidentes de motos. Detalladas las cifras mes a mes, el pico de ingresos se registró en diciembre, cuando 37 personas pasaron por la guardia con esa patología.