La marcha se caracterizó por la nutrida presencia de alumnos, acompañados por docentes, graduados y administrativos, quienes se concentraron sobre calle Corrientes, a metros de la intersección con Andrés Pazos.
Según publicó esta mañana el diario Uno, el grueso del grupo partió desde ese lugar portando banderas, pancartas, y pasacalles con diferentes pancartas, en su mayoría exigiendo que se frene la “intervención”, aunque tampoco faltaron las críticas hacia el gobernador de la provincia, Sergio Urribarri, y también se apuntó a los integrantes del Superior Tribunal de Justicia que deben resolver sobre la continuidad del calendario electoral.
A medida que la columna avanzaba resultó necesario interrumpir el tránsito en las arterias que atraviesan calle Corrientes. Allí varias alumnos comenzaron a repartir volantes para explicar la metodología de la protesta, aunque por respuesta recibieron insultos de parte de los automovilistas.
Si bien durante los últimos días la comunidad educativa protagonizó diferentes tomas en las diferentes sedes, con clases públicas, asambleas e intervenciones artísticas, la movilización hacia Casa de Gobierno concentró el malestar de los estudiantes ante un conflicto que afecta “el presente y el futuro de 20.000 estudiantes”, según se dejó plasmado en un planfeto repartido por los organizadores.
Al ritmo de cánticos de protesta y acompañados de elementos de percusión, la columna compacta de cientos de alumnos arribó en forma ordenada a Casa de Gobierno, donde volvieron a repartir volantes. Pero esta vez los receptores de los planfletos fueron el personal de seguridad y los policías apostados en la puerta de ingreso a la Casa Gris.
La efervescencia de la protesta se mantuvo al menos durante media hora y según lo planificado, los referentes estudiantiles pidieron a los participantes formarse en círculo para comenzar con la asamblea. Luego de varias peticiones comenzó el debate que definió la modalidad del reclamo en el corto plazo y la expectativa está puesta en la decisión de la Justicia respecto de la apelación presentada ante los recursos de amparos cursados por siete docentes.
Finalmente marcharon hasta la sede del Rectorado, ubicada en avenida Ramírez, y tomaron pacíficamente las instalaciones. Anunciaron que permanecerán allí en vigilia hasta que se emita una resolución judicial.
El conflicto por dentro
Sobre esta cuestión en particular el presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, Leandro Gilig, manifestó que “se está discutiendo la autonomía universitaria; la Uader desde su creación ha tenido la intervención de distintos gobiernos. Ellos son los que han puesto y sacado decanos, han puesto rectores y sacado rectores. Esto se da porque los órganos de cogobierno no los elegimos democráticamente. Este era un proceso que se había comenzado a revertir a partir de 2007, con una toma que abrió el escenario para que se empiecen a realizar los concursos ordinarios, necesarios para ir a la elección del órganos de cogobierno”.
Asimismo acotó en diálogo con el programa El cielo puede esperar que se emite por la 97.1 La Red Paraná que “a fines del año pasado el porcentaje de concursos ordinarios necesarios para normalizar llegaron a ese porcentaje. Empezaron las elecciones de los órganos de cogobierno y en las elecciones de docentes se trabó el proceso producto de un amparo judicial presentado por algunos docentes”.
“La Justicia ha frenado el proceso de normalización, el proceso de elecciones, de los órganos de cogobierno, de rectores y de decanos. Esos amparos han sido apelados; estamos a la espera de las apelaciones”, manifestó el dirigente.
En cuanto a la modalidad de la protesta estimó que “desde que se inició el proceso la participación tuvo grandes avances. El movimiento que está reclamando la autonomía es cada vez más grande. Es muy masivo el movimiento que está reclamando la autonomía”.