La titular del CGE admitió que muchas veces en los foros de estudiantes secundarios les han manifestado que no reciben Educación Sexual. “En esto también la familia tiene que participar, tiene que hacerse cargo porque es una función primordial de la familia. La escuela complementa, contribuye en una sociedad compleja donde tal vez no están los padres totalmente abocados a la educación de sus hijos pero es una responsabilidad compartida”, expresó.
La Ley Nº 26.150 sancionada y promulgada en octubre de 2006 crea el Programa Nacional de Educación Sexual Integral. “Las acciones que promueva el Programa Nacional de Educación Sexual Integral están destinadas a los educandos del sistema educativo nacional, que asisten a establecimientos públicos de gestión estatal o privada, desde el nivel inicial hasta el nivel superior de formación docente y de educación técnica no universitaria”, se señala.
En el art. 5º de establece que las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal garantizarán la realización obligatoria, a lo largo del ciclo lectivo, de acciones educativas sistemáticas en los establecimientos escolares, para el cumplimiento del Programa Nacional de Educación Sexual Integral. “Cada comunidad educativa incluirá en el proceso de elaboración de su proyecto institucional, la adaptación de las propuestas a su realidad sociocultural, en el marco del respeto a su ideario institucional y a las convicciones de sus miembros”.
Al respecto, Bar dijo que en la provincia hay un programa que viene de la anterior gestión. “Es un proceso más lento porque es un tema que se aborda en todas las escuelas primarias y secundarias y es un tema pendiente porque no hemos podido llegar al 100 por 100 de los docentes para compartir con ellos diferentes sugerencias de actividades y de estrategias didácticas”, admitió.
En las escuelas hay una “gran cantidad de docentes que no han podido participar en estas instancias”. En muchos departamentos hay personal designado a tal efecto. “Acá en Concordia está la profesora Dri que son referentes del programa provincial y han ido dando asistencia técnica a los docentes para que estos luego, al interior de sus escuelas, puedan compartir con sus colegas los contenidos y las sugerencias de actividades”, dijo Bar.
El problema se suscita con la capacidad que tienen las capacitaciones. “Para hablar de una capacitación con eficacia no puede ser una cantidad ilimitada de participantes cada vez que vienen los técnicos del Consejo”, dijo. Los técnicos ya han recorrido dos o tres veces en el año toda la provincia, y en cada una de las reuniones asisten a 50 personas. “Ya lo vienen haciendo desde hace tres años pero no se ha terminado de capacitar al total de la docencia. Tenemos todavía muchos docentes por capacitar”, dijo.
¿Cuánto tiempo les va a llevar capacitar a la totalidad de la docencia? “Este es un plan que tiene que tener continuidad permanente. Por lo tanto no va a alcanzar cuatro años para cubrir los 40.000 docentes”, respondió. El equipo técnico, conformado por siete personas, no está en condiciones de llegar a los 40.000 docentes entrerrianos. “Por eso Educación Sexual, lo mismo que Prevención de Adicciones, se ha ido formando a formadores, de manera que las personas que se han ido especializando sean quienes también puedan asesorar o compartir con otros colegas de manera de hacer un efecto multiplicador”, señaló Bar.
Escasa aplicación
Los docentes que recibieron la capacitación deberían comenzar a transmitir los conocimientos adquiridos. “Pero muchas veces van a la capacitación, se perfeccionan, reciben distintas propuestas para dar Educación Sexual en las escuelas y luego se visualiza que no lo abordan”, indicó la funcionaria.
Ese es el otro problema: la poca transmisión en las aulas de los conocimientos adquiridos. “Vemos con preocupación que más allá de la capacitación que recibieron luego no lo implementan en las escuelas a estos programas”, admitió Bar. Por ello sostuvo que se necesita realizar un seguimiento para ver si “efectivamente aplican los conocimientos que adquirieron”.
Las razones son variadas. “Hay muchos prejuicios, pruritos, muchos padres, sectores eclesiásticos que ponen la mira y, a veces, por temor a queja o a una crítica” los docentes prefieren no abordar el tema. En consecuencia, el resultado es que muchos adolescentes que no reciben información en sus hogares o de otra fuente responsable terminan con embarazos precoces. “Hoy, en nuestro país, no solamente en Entre Ríos, hay un mayor número de embarazos adolescentes”, indicó Bar.
La titular del CGE confirmó que se está realizando una investigación acerca de la implementación de las experiencias y los resultados serán publicados. “Tenemos el relevamiento de muchas experiencias interesantes, no en la masividad que nos hubiera gustado con todo el sector ya capacitado”.
Por último, comentó que: “hace poco estuvimos compartiendo con docentes de La Paz, Feliciano y también algunas de Concordia donde se han formado redes entre escuelas para intercambiar experiencias, clases y talleres con docentes y padres que han participado en estas jornadas”.