Una joven falleció en el Garat a consecuencia de un aborto mal realizado

Elordi aseguró que el jueves pasado, a las 19, ingresó una joven en la guardia con un cuadro de dolor abdominal. La atendieron los médicos de guardia, y le hicieron una ecografía, y hallaron que había “una masa en el útero y líquido libre en el abdomen”. Por lo tanto, le pidieron los análisis pertinentes. “Había que analizar dos cuestiones básicas: estudio de coagulación y un test de embarazo en sangre”, explicó Elordi.
Hechos los análisis, llegaron al diagnóstico: “había una interrupción de un embarazo”, explicó Elordi. Por lo tanto, “la patología requería una intervención ginecológica”. En consecuencia, a las dos de la mañana del viernes, intervinieron quirúrgicamente los ginecólogos del hospital.
“Se le quitó el útero con la finalidad de salvarle la vida al paciente”, expresó. No obstante, la joven Aquino pasó a terapia con un cuadro de insuficiencia renal aguda y se lo derivó al centro de diálisis del Sanatorio Garat.
“Son cuadros de infecciones terriblemente letales, superó su cuadro inicial donde se le extirpa el útero pero evoluciono renalmente mal”, aseguró el director del Masvernat.
Elordi no sabía como ni donde ni con qué instrumento se había producido la interrupción del embarazo. “Normalmente es raro obtener esa información porque es un delito”, indicó. Elordi explicó que, tanto la autoprovocación de un aborto como la que produce una persona habilitada como una no habilitada, es un delito.
Por último, Elordi dijo a veces ingresan algunos casos de abortos inducidos al hospital. Hubo otro caso a principios de julio con otra joven fallecida pero no quiso hacer demasiadas referencias porque los familiares se negaban o desconfiaban de que el aborto había sido la causa del fallecimiento. “Muchas veces los padres no saben que es lo que pasa, sólo se lo cuentan a una persona de íntima confianza. A veces no se sabe ni quien es el padre; y está todo oculto”, señaló el director.

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