La Fiscalía local instruía una causa por privación ilegitima de la libertad, abuso sexual y lesiones leves, luego de conocerse la denuncia que realizara, en la mañana de este viernes, una mujer mayor de edad de apellido Fernández, domiciliada en el barrio El Silbido de Federal.
La joven mujer, de 28 años de edad, quien es mamá de una pequeña niña, contó a las autoridades que el pasado 21 de marzo fue interceptada por Diego Cantero y obligada a dirigirse a su domicilio, una humilde vivienda construida en una cortada de la calle Presidente Perón, entre Tratado del Pilar y Corrientes; donde fue retenida por la fuerza, salvajemente golpeada y abusada sexualmente; incluso por un familiar del secuestrador, de apellido Lezcano.
Manuela Fernández había sido concubina de Cantero, pero la relación no había prosperado, por lo que se interrumpió hace ya un tiempo.
Días atrás el hombre interceptó a la mujer y la obligó a dirigirse a su domicilio, donde según ésta relató fue intimada a permanecer, siendo violentamente golpeada en el rostro y otras partes de su cuerpo, y reiteradamente accedida sexualmente.
En la noche de este jueves, Cantero y Lezcano, que mantenían con cadenas y candado la única puerta de acceso a la casa, habrían cenado y bebido de más, lo que provocó que se durmieran; dando esto la posibilidad de que Manuela pudiera escapar desnuda por el apretado espacio de la ventana del baño, hacerse de un pantalón del patio de uno de los vecinos, y huir del calvario que le había tocado vivir.
Se estima que cuando los hombres despertaron, y no encontraron a la mujer, decidieron también abandonar la casa; lo que se corroboró en el mediodía cuando el Juez de Transición y Garantía de Federal, Dr. Luis Quiroz, ordenó el allanamiento de la finca.
Oficiales y Suboficiales de la policía departamental, encabezados por el Jefe de la División Operaciones y Seguridad, Comisario Principal Walter Caballero, llevó adelante el operativo ordenado por la justicia; permitiendo que funcionarios del Área de Criminalística levantaran las pruebas necesarias para demostrar que la mujer había sido retenida en el lugar, hallándose prendas intimas y ropa de ella en la parte superior de la casa, lugar usado como dormitorio; entre otros elementos probatorios reunidos por los funcionarios actuantes.
Manuela Fernández fue revisada por el médico Forense Carlos Orruma, asistida por sus lesiones por personal del Hospital Urquiza, para luego alojarse en la casa de un familiar con custodia policial; mientras que miembros de la fuerza intentaban localizar a Cantero y Lezcano, y proceder a su detención. (Federal al Día)