Asueta indicó que la idea de recuperar Camba Paso surgió a partir de la participación en un concurso de Naciones Unidas. Desde Cedesco presentaron un proyecto para recuperar la cuenca del arroyo trabajando en el ámbito social, jurídico y ambiental. El proyecto contemplaba una financiación cercana a los $ 500.000 no fue aprobado por el Banco Interamericano de Desarrollo. Sin embargo, por haberlo desarrollado en forma teórica, desde Cedesco decidieron llevarlo delante de la misma manera sin un peso.
Por un lado, en el plano social se vincularon a la comisión vecinal del barrio Islas Malvinas y crearon un club. Por el otro, en el plano jurídico, consiguieron la cesión en comodato el antiguo predio de Camba Paso (en manos de la familia Ifrán) para el club. Y además desarrollaron un proyecto de ordenanza que declara la cuenca como una reserva estratégica pensando en el próximo medio siglo. Para Asueta, la cuenca del Yuquerí será un pulmón verde para una ciudad que, a esa altura, se integre desde Villa Zorraquín a Villa Adela.
No obstante, el proyecto quedó en el tintero. Según Asueta, ese es el lugar donde van a parar las iniciativas que no son de la autoría de los ediles actuales. No les dieron explicación alguna y el proyecto pasó a comisión donde sigue actualmente.
El proyecto propone declarar como “reserva ambiental” la cuenca del Yuquerí. Esto significa cambiar la situación jurídica de todo el espacio verde paralizando cualquier modificación a futuro. De esa forma, no se podrían trazar caminos ni realizar edificaciones. Al mismo tiempo, la iniciativa intenta desarrollar un “plan de manejo de activos ambientales”. Ello contempla la realización de un relevamiento de toda la flora y fauna en el interior del curso de agua.
Asueta lo comparó con la situación del Parque San Carlos o de la selva en galería que linda con el río Uruguay. La protección de esa zona está establecida en una ordenanza de 1995 que declara como “área natural protegida al Parque Rivadavia”. Por ejemplo, la norma prohibe la apertura de calles, caminos, senderos y picadas, la construcción de viviendas, campings, quioscos temporarios o permanentes, o cualquier otra instalación; así también se prohíbe la destrucción, sustracción o daño cualquiera a la flora y a la fauna; la colocación de carteles de chapa u otros elementos extraños publicitarios, las edificaciones y la realización de competencias deportivas organizadas o espontáneas que resultaren contaminantes o que ocasionen daño al suelo, a la flora, y/o a la fauna, como son las competencias automovilísticas, ciclísticas, motociclísticas, futbolísticas, etcétera, y en especial las prácticas hípicas.
El artículo 1º del proyecto de Cedesco declara área de reserva protegida a la selva en galería, y en general a toda zona existente a 100 metros de ambas orillas del Arroyo Yuquerí Grande. “El alcance de la protección dispuesta en este artículo alcanza a la flora, fauna, tierras, aguas subterráneas, aguas del arroyo Yuquerí Grande, y todo aspecto que incida en el ecosistema de la reserva”.
En tanto, en el artículo 2° se establecen las prohibiciones: apertura de nuevas calles, caminos, senderos y picadas, construcción de viviendas, galpones, fábricas, campings, quioscos temporarios o permanentes, o cualquier otro tipo de instalación; la destrucción, sustracción o contaminación o daño cualquiera a las aguas del arroyo, a la flora y a la fauna que afecten o perturben el equilibrio ecológico existente.
Y en el 3° se ordena a la secretaría de Medio Ambiente a realizar un informe sobre la contaminación de las aguas del Yuquerí Grande identificando varios puntos: 1) situación de las aguas; 2) causales de contaminación; 3) responsables directos; 4) responsabilidades indirectas; 5) plan de recuperación; 6) costos y 7) tiempos.
En el proyecto también se establece que la zona del balneario Camba Paso debe ser calificada como área de esparcimiento y recreación y turismo y destinada a radicar un camping, construir cabañas, piletas, canchas de fútbol, bocha, voley, o cualquier otro deporte que no afecte el clima natural, la flora y fauna del lugar.
Pero el proyecto quedó en el tintero. “Esperamos que algún día algún concejal lo levante y lo pueda llegar a hacer avanzar”, indicó.
Agua contaminada
El principal problema del Yuquerí es la presencia de aguas contaminadas. Uno de los factores es la presencia de agua de lluvia que lava el Campo del Abasto y desaguan en el curso de agua. “Sobre este tema el municipio está trabajando y está gestionando un crédito para llevar adelante el soterramiento del residuo sólido urbano en piletas con membranas”, indicó el presidente de Cedesco. De esa forma, se dejara de afectar el suelo y las napas subterráneas. Una vez que se pueda concretar ese sistema, el Campo del Abasto dejará de ser una de las causas de la contaminación del Yuquerí.
Otra de las razones que explican el enturbiamiento del agua son las conexiones cloacales clandestinas de barrios ubicados a la vera del arroyo como El Silencio, Sarmiento, San Miguel o La Colina. El titular de la ONG indicó que el municipio está trabajando en un sistema de biofiltrado en El Silencio que comprende la utilización de piletas y plantas que filtran los desechos cloacales recuperando el agua.
Para Asueta, la obra que debería emprenderse en esos barrios es la colocación de un colector cloacal que bordee toda la cuenca del arroyo. El colector debería desaguar en una planta de tratamiento antes de llegar al río Uruguay. “Esa sería la solución óptima para esta problemática”, indicó.
La tercera causa de la contaminación son los residuos de la empresa de jugos ECA. Asueta señalo que desde hace tiempo están trabajando con los responsables de la empresa y lograron avanzar en el desarrollo de algunas pautas para mejorar la calidad de los efluentes. “ECA tiene que presentar todo un programa de inversiones”, señaló. En ese sentido, recalcó que todo se hizo en un clima de cooperación y por ello cree que pueden arribar a una solución.
Recuperar el recurso natural
El año pasado, Cedesco organizó una travesía en la que participaron 70 embarcaciones desde Campa Paso hasta el Puente Negro cerca de la desembocadura. “Este año se va a repetir la experiencia”, señalo Asueta. Asimismo, durante la travesía indicó que se realizó un concurso fotográfico y algunas de las imágenes seleccionadas fueron colocadas en forma de gigantografías en espacios públicos degradados de la ciudad.
La intención es recuperar el arroyo. Para Asueta, la pregunta válida no es saber si algún día eso va a suceder o no sino cuando se concretará. O sea, si el proceso insumirá 5, 10 o 40 años. “Sabemos que a largo plazo se va a recuperar pero queremos recuperarlo cuanto antes”, indicó.
El presidente de Cedesco dijo que hay una “memoria colectiva” del balneario de Camba Paso. No obstante, señaló que no puede quedar en el pasado sino que debe formar parte del futuro de la ciudad. “Camba Paso tiene que constituirse en un ámbito de integración social y recreación para toda la zona oeste”, señaló. En el predio de Camba Paso se puede armar un camping y de hecho hay mucha gente que actualmente sigue yendo a la vera del arroyo. “Se lleva sus carpas pero lamentablemente el agua no está en condiciones”, indicó.
Hay que tener en cuenta que un habitante del barrio Villa Gobernador Cresto debe transitar 100 cuadras (10 km) para llegar a la Costanera o un poco menos si decide visitar San Carlos. Los habitantes de la zona oeste de la ciudad no tienen o cuentan con escasos lugares de recreación colectiva. “Son muy pocos”, dijo. Asueta recalcó que la ciudad necesita integrarse con todos sus habitantes y para ello se les debe proporcionar lugares de esparcimiento.
En materia legal, la Constitución Nacional en 1994 fue reformada y en el artículo 41º “señala que todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano…las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los recursos naturales”, entre otras cuestiones afines. Por lo tanto, cualquier vecino, de la zona oeste podría presentarse en Tribunales para reclamar que se cumpla con ese derecho respecto del arroyo Yuquerí.