El incidente se produjo aparentemente por fallas en la vía producto de la falta de mantenimiento de la misma. Desde un primer momento la carga de cemento y azúcar estuvo custodiada por la policía y no hubo aglomeración de particulares con intenciones de saquear los vagones como sucedió en otras oportunidades.
El tren venia desde Buenos Aires y se dirigía a la Estación Central. Luego de dos horas, personal del ferrocarril logró colocar al vagón sobre rieles y llegó a destino.