Según la medición realizada sobre la CBA, “la línea de indigencia para un adulto equivalente al 4 de julio es de $ 3.930,50, lo que marca una variación del 1,90 % con respecto a los valores del mes anterior. Cuando se compara con el mismo período de 2018 la Canasta de alimentos acumula un 65,19 %.
En cuanto a la CBT, la medición para realizada para un adulto esté sobre la línea de pobreza en el mismo período indicó que el mínimo es de $ 9.885,21, y este dato trasladado a una familia tipo (dos mayores de entre 30 y 59 años y dos menores) se necesitan al 4 de julio último $ 30.545,30, lo que marca una variación de 2,51 % con respecto a junio. Durante el primer semestre del año, la CBT acumuló un incremento de 24,29 %
La diferencia entre la CBT –indigencia– y la CBA –pobreza– es que esta última mide, además de alimentos y bebidas, gastos como alquileres, electricidad, gas, agua, comunicaciones, transporte público, educación, útiles escolares, artículos de limpieza, esparcimiento, bienes de cuidado personal, y bienes y servicios estacionales o contingentes.
El informe, además, midió diferentes escenarios de familias posibles y el monto que debería ingresar en las mismas según los valores para no ser indigentes y para no ser pobres al 4 de julio de 2019: una familia de dos adultos de entre 30 a 59 años con hijos de 16 y 17 años necesita para la CBA $ 14.071,19 y para la CBT $ 35.389,04; una compuesta por dos adultos de entre 30 a 59 años y tres hijos de entre 5 y 15 necesita para la CBA $ 15.446,86 y para la CBT $ 38.848,86; y finalmente un grupo familiar integrado por dos adultos de entre 30 a 59 años con tres hijos de entre 14 y 18 años precisa para cubrir la CBA $ 18.001,69 y para la CBT $ 45.274,25.
Según informaron desde CODEGU, el Banco Estadístico midió en la ciudad la nueva Canasta Básica del INDEC (que realiza desde enero de 2016), que a diferencia de la Canasta Básica clásica que midió el organismo desde 1985 incluye nuevos alimentos y bebidas (como manteca, margarina, pera, merluza, leche en polvo, fiambres, vino, cerveza, entre otros) como también modifica los mililitros y gramos consumidos por el adulto, valores equivalentes a una nueva tabla kilo-clórica.
La diferencia radica entre la medición realizada antes y después de 2016 es en la cantidad de kilos y mililitros de los productos que componen ambas canastas: antes la medida era de 36.09 kilos, mientras que de 2016 a la fecha pasó a ser de 42.21 kilos. Y en cuanto a los productos líquidos, la variación pasó de 16.740 mililitros a 14.760 mililitros desde los últimos tres años.