El edificio se encuentra entre las dos defensas que bordean a Concepción: una alta que defiende hasta una altura de 10,87 mts. y una baja que es superada por el río cuando supera los 8,40. La baja se mantenía con una bomba de achique que devolvía el agua al río. Pero una noche se paró la bomba por la nutrida afluencia del agua. “Era mayor que la que bombeaba y se iba a inundar hasta la bomba”, explicó el directivo.
Al otro día había 0,50 mts. de agua dentro de la escuela. “Eso nos perjudicó un montón”, dijo. Antiguamente, el edificio era utilizado por la Dirección Nacional de Construcciones Portuarias. En su parte delantera hay un viejo depósito de fuel oil, un combustible para barcos. “Se desparramó con el agua y eso fue lo que más ensució las paredes y los pisos. La escuela tenía pisos de madera que se levantaron todos y ahora tenemos que poner pisos de vuelta”, señaló.
En diciembre pasado, el directivo decidió solicitar ayuda a la Cafesg sin precisar ningún monto de dinero. “Hicimos el pedido, aporté fotos de la situación que habíamos pasado. La única respuesta que he obtenido es que me han pedido una justificación de Prefectura de que estaba inundado”, dijo el directivo. Aguerre Meyer no entiende el porqué del pedido debido a que envió fotos y además la sede de Cafesg de C. del Uruguay se encuentra a cuatro cuadras y estaba en la misma situación, excepto que se encuentra en un segundo piso.
Ante la falta de respuestas, Aguerre Meyer acudió a las autoridades de Educación del departamento que le compraron pintura y a la Cruz Roja que ayer aportó elementos de limpieza. “Los propios docentes estamos pintando, rasqueteando paredes, limpiando pisos”, señaló. Pero la ayuda sigue siendo insuficiente porque necesitan madera para construir pupitres y materiales para pintar como lijas, cepillo, pinceles y rodillos. “Nos quedamos cortos con la pintura ya sea para las aberturas y para las paredes”, expresó.
El edificio desde hace 20 años que no recibe ningún tipo de mantenimiento. “El mantenimiento que le damos es con el sacrificio de los docentes y alguna colaboración de la comunidad”, dijo Aguerre Meyer. Se firman convenios con empresas y con el municipio. “No obtuvimos beneficio económico pero sí materiales. Tenemos la política de que si vamos a hacer un pupitre, un mueble o lo que sea, pedimos el 50 % de materiales más para que nos quede para nosotros”, señaló.
A la escuela concurren 80 alumnos. Las actividades escolares no comenzarán el próximo lunes sino el lunes 8 de marzo. Hasta entonces, los docentes seguirán pintando y rasqueteando.