Vale recordar que la escuela secundaria Che Guevara inició las clases una semana más tarde que el resto de los establecimientos ya que en el verano sufrieron hechos delictivos en los que se robaron las bombas y otros materiales educativos. De hecho, la institución arrancó el ciclo lectivo con baños químicos comprados por los docentes. “Después de varios reclamos y notas de pedidos, finalmente las bombas fueron compradas por la institución y la Departamental colaboró con la instalación eléctrica”, aclararon a este medio en esa oportunidad.
No obstante, la comunidad educativa insiste en un reclamo iniciado a principio de año referido a la falta de personal para asistir y Contener a tantos alumnos. “Según la normativa vigente debe haber 1 preceptor cada 3 divisiones, pero nosotros tenemos 2 preceptores para 9 divisiones a la mañana, otros 2 para 8 divisiones del turno tarde y sólo 1 para 5 divisiones en el turno vespertino. Imagínate lo difícil que es para una o dos personas tener el control de 1020 alumnos en cuatros turnos”, remarcó la docente.
“Dentro de nuestras posibilidades continuamos garantizando la trayectoria de los estudiantes, pensando en diferentes estrategias para colaborar con los preceptores y organizándonos semana a semana para que los chicos no pierdan clases, pero la realidad es que muchas veces nos resulta imposible crear una organización en la que se garantice la presencia de todos los cursos en un turno y por eso nos adecuados a lo que tenemos y podemos”, añadió.
“Por eso, cuando por algún motivo falta personal para acompañar a los preceptores o no pueden estar al 100% de la atención de los chicos, tenemos que suspender las clases de algunos cursos”, explicó
Otro pedido en carpeta de la institución es el de aumentar la cantidad de ordenanzas. “Hoy tenemos sólo 3 ordenanzas para garantizar la higiene de una escuela con cuatro turnos y más de 1000 estudiantes”, insistió Monte, y reparó: “De los cuales sólo hemos recibido la respuesta de uno de los compañeros con el pase a planta permanente”.
En ese contexto, la docente remarcó que “los números son claros y el reclamo es justo y urgente, por lo que seguimos en la lucha y esperando que se resuelvan. Es una escuela relativamente nueva y abarca a un montón de barrios, carenciados en su mayoría, por lo que no debe ser abandonada. La demanda en la zona es muchísima y hay un gran número de chicos que están sin escolarizar”, sentenció.
Y concluyó: “Tenemos un personal directivo con una capacidad de gestión muy buena, pero si del otro lado no hay respuestas todo queda en la nada como está pasando y los perjudicados no somos ni los docentes, ni los directivos, sino los gurises”.
