Una entidad cristiana quiere recuperar un terreno pero sin desamparar a sus ocupantes

“Eso no es nuestro, es de los niños; es para los niños”, expresó la presidenta del Movimiento. Según Andreani, fue lo que le argumentaron a la primera familia que se instaló en el terreno. “Parece que esta gente estaba mal informada por la misma oficina de Catastro que le decían que vayan: ‘total el terreno es del padre Servín que no los va a sacar’”. El párroco Andrés Servín, a cargo de la Gruta de Lourdes, les hizo un escrito explicándole a la gente que ocupó la manzana el porqué se había adquirido el terreno y reafirmando que iban a bregar por la restitución del terreno.
“Nosotros le pedimos que ellos que vayan teniendo previsto y que se vayan despacito”, dijo Andreani. Desde el Movimiento, fueron a dialogar con el intendente. “Esa gente es problema del intendente”, señaló. Algunos ocupantes ya habían construido casas con cemento y ladrillos, incluso se habían extendido boletos de compraventa, “todo trucho, una estafa total”, remarcó Andreani.
Cresto le propuso al Movimiento adquirir el terreno lindero, que es de la misma medida, para canjearlo por el que está ocupado. “Nosotros aceptamos porque queremos que la gente solucione su problema también”, admitió. Pero el problema es que la proposición sigue en la etapa de conversaciones. “Estamos a la espera que se nos llame para una solución”, dijo.
La sentencia de desalojo fue publicada el lunes pasado en el matutino local y lleva la firma del titular del Juzgado Civil y Comercial Nº 2, Horacio Mansilla. “Pero se hace efectiva cuando usted le pide que se ejecute”, dijo la titular del Movimiento. Si bien aseguró que espera una solución, sostuvo que tampoco va a “esperar siempre”. Le pidió a la gente que la “ayude a buscar una solución”.

Movimiento “Solidaridad y Esperanza”

Es una institución “civil, sin fines de lucro, de inspiración cristiana”. “Está compuesta por personas que actuamos como voluntarias, no cobramos sueldos”, señaló su titular. La entidad se ocupa de los niños que están fuera del sistema educativo. “A ellos les brindamos talleres de recuperación, para que aprendan un oficio”, señaló.
El Movimiento tiene a su cargo la escuela Nº 50, frente al Tiro Federal, la Nº 152, “La Viña” y la “Casa de los Gurises”, al lado de la farmacia “2 de Abril”.
En 1984 se hizo un censo en toda la ciudad para saber donde hacía falta atender a los chicos. “Vimos que era la zona Norte. Hicimos el censo y en esa época había 6.000 niños. Y entonces vimos el terreno y lo compramos con una alcancía y rifas casa por casa”, dijo Andreani.
En ese terreno se iba a construir un hogar de día. “Se ocupa de mantener a los chicos desde el momento que salen de la escuela y no tienen nada que hacer y se drogan. Ahí tienen talleres de capacitación y deportes para que tengan toda la tarde ocupada y aprendan un oficio”, expresó.

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