Una empresa emblemática con un futuro cada vez más incierto

El departamento Concordia llegó a tener 25.000 hectáreas de citrus plantadas en la décadas de los 70 y 80. Hoy quedan 12.000. En muchas de las antiguas plantaciones hoy se cultiva arándano o se plantan árboles.

“Lo que marca un punto de inflexión en el sector fue la caída de Pindapoy en los primeros años de los 90. A partir de ahí la actividad citrícola en Concordia ha caído en cantidad de hectáreas plantadas y contrariamente ha crecido mucho el departamento Federación”, señaló el secretario de Producción de la municipalidad, Néstor Loggio. Pindapoy llegó a tener más de 2.000 empleados repartidos en las quintas, el empaque, la actividad maderera y la producción de fertilizantes y herramientas.

¿Qué pasó en Pindapoy? ¿Por qué cerró sus puertas? “Fue una suma de complejidades. No fue sólo un problema en particular. Problemas de endeudamiento, del tipo de cambio, problemas empresariales, de tecnología. Fue una empresa trascendente en la vida de Concordia durante 40 años que llegó a su fin en la década del 90", dijo Loggio.

“El Estado está acompañando y tratando de resolver positivamente esa situación compleja para que Ayuí no cierre. Necesitamos que siga produciendo porque eso tiene que ver con el trabajo de Concordia”, resaltó el secretario de Producción.

Por su parte, el secretario general del Sindicato de la Fruta, Alcides Camejo, señaló que “lamentablemente esto se ha ido dilatando con el tiempo mucho”. En tal sentido, dijo que es consciente de que el gobierno ha hecho hasta lo imposible para que la firma pueda volver a trabajar pero “no se pudo lograr”.

Recién empieza julio y Camejo indicó que solo quedan dos meses para finalizar la temporada y aún “no se ve nada claro”. Por ello, dijo que hoy (por ayer) estuvo hablando con el gerente de Ayuí. “No se ponen de acuerdo con los números; van y vienen; les dicen que se demoran por la plata que les da el gobierno y a ciencia cierta no se sabe si el gobierno puso los $ 20 millones que era para pagar a los proveedores. A mí me han dicho que sí pero se duda”, dijo.

Respecto de los empresarios chinos que estaban interesados, según Camejo, desde la empresa le aseguraron que “han desaparecido”. “No se sabe adonde están”, añadió. ¿A que se debe esa situación? A que “un poco han perdido interés en la empresa porque como (Francisco) De Narváez les puso muchas trabas” Y otro poco a que sólo faltan unos meses más para que se termine la temporada.

“Queremos que abra esta empresa que la verdad es que ofrece mucha mano de obra”, señaló. La empresa emplea a 1.600 personas directa e indirectamente teniendo en cuenta a las empresas de servicio que son contratadas. “Es una de las más grandes de Concordia”, señaló.

Teniendo en cuenta esa situación, según el gremialista, en la empresa ya están pensando en el próximo año. “Están viendo otra posibilidad, con el gobierno también, para tratar de dar finalización de zafra y darles algo más a la gente. Y en el 2016 arrancar con todo con la cosecha”, mencionó. De esa forma, pensar en el próximo año es una forma de dejar de lado un eventual pedido de quiebra.

Mientras tanto, el gremialista abogó por “contener” económicamente al personal de Ayuí y al de la empresa tercerizada como Monte Pilone. A los empleados de Ayuí se les abona $ 1.700 por quincena hasta fin de año mientras que a los de la tercerizada el gobierno les entrega momentáneamente $ 1.000. Pero resta saber que sucederá en el futuro. “Están viendo como van a solucionar el tema de los compañeros”, indicó.

Por otra parte, otra posibilidad es que puedan reinsertarse laboralmente en el mercado. Camejo señaló que hay algunos que no tienen trabajo mientras que otros han logrado prestar servicios en otros galpones u otras quintas. Y que falta poco para que llegue la época del arándano. “En septiembre más o menos está arrancando el arándano que ocupa mucha mano de obra desde septiembre hasta fines de noviembre, diciembre”. Pero aún faltan algunos meses y la gente tiene que “vivir y comer”.

Dos modelos productivos

Loggio explicó que en el departamento del norte entrerriano lo que predomina son unidades productivas de pocas hectáreas en manos de empresas familiares. “Hay muchos “microempresarios” aunque también hay medianos y grandes pero son la minoría. Esto les da una ventaja competitiva porque trabaja el productor, la familia, bajan los costos de producción. Trabajan en el lugar que habitan. Diferente de las características de los empresarios de Concordia que son propietarios de grandes plantaciones con costos productivos más altos”, indicó.

En mayo pasado, Dante Grigolatto, dejó de ser el presidente de la Federación del Citrus de Entre Ríos (Fecier). Domiciliado en Villa del Rosario, explicó que en Chajarí y Federación padres e hijos se encargan de sus propias quintas mientras que en Concordia había grandes empresas con muchas hectáreas y muchos costos operativos como la mano de obra con las cargas sociales además de la presión fiscal. Esa forma de trabajar en el norte ha permitido que la citricultura subsista.

De la misma forma, señaló que en los años de grandes heladas las quintas del departamento ha sufrido más que las del norte entrerriano. “Por la posición geográfica ha recibido un gran castigo de heladas porque cuando acá hay 0º c en Concordia tenés 2 o 3 ºc bajo cero. Además se dice que Concordia está en un pozo; hace más frío que en Federación”, indicó.

Grigolatto dijo que Pindapoy era una de las grandes empresas que tenía Concordia. Y la comparó con Ayuí como otra de las grandes empresas de la ciudad con miles de hectáreas de citrus. “Fueron desapareciendo por desgracia de que los años no han venido bien”, indicó.

Presente de la actividad

De todas formas, Loggio indicó que la actividad emplea a 10.000 personas en el departamento. “No es menor para los concordienses que la actividad ande mal o ande bien. Necesitamos que ande bien”, explicó.

“Este es un año complicado para la actividad citrícola. Fundamentalmente por el estrangulamiento del mercado interno porque no se pudo exportar. Hay una sobreoferta de citrus en la Argentina y esto hace que los precios que obtienen los productores no sean acordes a la necesidad que tienen de hacer frente a sus costos productivos y a la necesaria rentabilidad que tiene que tener todo empresario. La actividad no se ‘ameseta’ nunca. En términos económicos la actividad es como un serrucho. Una vez sube, una vez baja, una vez sube y una vez baja”, mencionó Loggio.

Para Grigolatto, los productores están muy complicados. “Las exportaciones han caído enormemente y Argentina ha perdido los primeros lugares de exportación de mandarinas que era el fuerte del NEA. Naranjas casi hemos desaparecido porque no se pueden exportar naranjas por los costos y porque no somos competitivos”, indicó. La fruta es volcada al mercado interno provocando el derrumbe de los precios. En el mercado un bine de 350 kilos tiene un precio de entre $ 200 y 250. “Saca la cuenta es casi $ 0,50 el kilo, es algo irrisorio, cuando cuesta $ 0,90 para producirla. Es algo que el gobierno va a tener que corregir en algún momento sino esto va a llevar a la quiebra a muchos productores”, mencionó.

De la misma forma, dijo que los productores reciben muy poco dinero por la producción que va a fábrica. El ex titular de la Fecier dijo que hay dos empresas importantes que fabrican jugos en Concordia en dificil situación. "Una está cerrada y la otra con muy poca capacidad de producción porque tampoco pueden vender el jugo afuera porque la rentabilidad se les ha acotado tanto y hoy están trabajando a pérdida”, señaló.

El futuro del citrus

“Hay productores, no todos, que están incorporando tecnología, han incorporado fertirriego, van poniendo variedades que hoy demanda el mercado. Son plantaciones intensivas que tienen alto nivel de productividad por hectárea. Eso me anima a pensar que la actividad citrícola no va a seguir cayendo sino que se va a estacionar en cantidad de hectáreas y va a crecer en toneladas hacia el futuro”, indicó Loggio.

“Hay empresarios concordienes que trabajan excelentemente bien en esta misma situación. Mientras Ayuí se cayó, ves a otras empresas que les va bien y crecen. Trabajan mucho, están todo el día en la quinta., es una actividad que bien administrada, bien trabajada, sigue siendo rentable en un año difícil”.

Por otra parte, respecto de los mercados externos, el secretario de Producción indicó que el Estado nacional trabaja para recuperar Brasil, reingresar en Estados Unidos y abrir las puertas de Rusia. “Son desafíos muy grandes”, señaló.

“Una quinta es como una fábrica en cantidad de obreros contratados. Hay una necesidad imperiosa de acompañar al sector para que el año que viene, cuando empiece otra vez el proceso productivo, las plantas estén en condiciones de producir y la fruta cosechada y comercializada”, añadió.

Por último, Loggio destacó que desde la municipalidad ayudan a la comercialización directa a cooperativas. “Mi subsecretario sale a Colón, Uruguay, San Salvador, Villaguay a hacer ventas directas para todos”, señaló. Y la idea es extender la comercialización a la costa del Paraná. Por el otro, destacó que el Banco Nación, a través de Agricultura de la Nación (repartición que también colabora en la lucha contra el HLB), piensa en la refinanciación de pasivos y nuevos créditos para los productores con tasas subsidiadas.

 

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