La defensa de parte del diario hace foco en la meritoria trayectoria de Alfredo Coto desde que era ayudante de carnicero de su padre “en años difíciles de la economía dentro de un país que no regalaba nada a un comerciante… y había frecuentes cortes de energía sin previo aviso y debía darse satisfacción a los clientes del barrio cuidando al máximo la calidad y el estado de la carne”.
El diario capitalino da cuenta que, con el paso de los años, los locales de Coto se fueron multiplicando y alcanzan actualmente a 36 hipermercados, 81 supermercados y 8 minimercados. Maneja, además, tres frigoríficos y una planta avícola desde los cuales exporta al resto del mundo. También señala que “más de una vez, su dueño recibió ofertas de compra que le hubieran permitido vivir mucho más cómodamente el resto de su vida. Pero su vocación por el trabajo estuvo por encima.”
La Nación argumenta el motivo de su editorial diciendo: “Lamentamos que un meritorio empresario argentino esté recibiendo una histórica saga de maltratos por parte de ese sector político que se remonta a la gestión presidencial de Néstor Kirchner”.
El enfrentamiento con el sector Kirchnerista que señala La Nación estaría motivado por las críticas que desde la Asociación Empresaria Argentina, Alfredo Coto, realizara a los controles de precios y por haber rebatido las acusaciones oficiales hacia el supermercadismo de ser responsable de los aumentos de precios: “Cualquier opinión contraria disgustaba a Néstor Kirchner, quien esperó la visibilidad que le daría a Coto presidir el 41er Coloquio de IDEA, en 2005, para acusarlo por la red oficial de manejos abusivos contra ‘el bolsillo de los argentinos’. Lamentablemente, Coto no contó en ese momento con la solidaridad empresaria que era de esperar”, señala la editorial.
La Nación finalmente hace foco en el tema que realmente devela y quita el sueño a sus principales auspiciantes, socios y accionistas: “Comentando la descalificación del presidente Alberto Fernández a algunos grandes empresarios, decíamos días atrás en esta columna editorial que lo grande perturba a las mentes pequeñas. Esta misma desviación ideológica explica los anuncios sobre el proyecto del llamado impuesto Patria.”
La editorial señala que el empresario superó muchos obstáculos a lo largo de su trayectoria como “la crisis hiperinflacionaria que incluyó saqueos de supermercados. Desde entonces, y cada vez que estos episodios se han repetido, Coto les ha dicho a sus empleados que deben ser ellos los primeros en defender las fuentes de trabajo”.
Coto, yo te conozco
Tal vez por eso –hecho que el diario no cuenta en su editorial- un arsenal de armas fue hallado el 30 de agosto de 2016. La inspección que fuera realizada por ANMAC, ex Renar, tuvo lugar en la sede del supermercado en el barrio porteño de Caballito. El arsenal encontrado fue increíble: 227 granadas, ubicadas dentro de tachos, 41 proyectiles de gases lacrimógenos, 27 armas de fuego, 2 de lanzamiento, 3886 municiones, 14 chalecos antibala, 22 cascos tácticos sin numeración, 9 escudos anti tumulto, gas pimienta y hasta un silenciador de armas, un revolver sin declarar ante ANMAC y tres armas de fuego registradas a nombres de otros usuarios. Pero lo que más llamó la atención de las autoridades fue un revolver inscripto a nombre de Alfredo Coto con su número de serie adulterado y ocho escopetas que tenían pedido de captura desde el año 2003.
El gobierno de cambiemos logró ocultar el hecho por casi un año hasta que fue dado a conocer en mayo de 2017 por la denuncia de dos fiscales y algunos medios periodísticos.
Al momento de ser indagado, Coto explicó que las armas pertenecían a fuerzas de seguridad, que las dejaban ahí para ser usadas ante posibles saqueos. La información aportada por las fuerzas de seguridad en la investigación preliminar no coincidía con la argumentación ofrecida por Coto.
En 2017, un Juzgado Federal procesó y embargó, sin prisión preventiva, a Coto. En 2018, la Sala I del tribunal de apelaciones revocó los procesamientos y le dictó la falta de mérito porque entendió que, “dado el tamaño de la empresa que manejan, podían no estar al tanto de los temas vinculados con la seguridad comercial de la firma”. Para los jueces de la Cámara Federal la causa no contaba con elementos suficientes para dictar el procesamiento o el sobreseimiento de los imputados, lo que justificó la decisión de dictarles la falta de mérito.
Coto, yo te conozco.