Una cosa es opinar de afuera y otra escuchar una historia de vida para decidir si es culpable o no

“Es un proceso que recién Argentina se pudo dar en el Siglo XXI pero que estaba previsto en la Constitución nuestra, en el Siglo XIX, en 1853 cuando Alberdi con sus bases y con su proyecto diseña el poder de la Argentina piensa en la administración popular para la administración de justicia como la tienen todos los países anglosajones”, dijo a Radio Ciudadana (FM 89.7).

En el país ya tienen instituido el juicio por jurados Chaco, Buenos Aires, etc. “No han querido retroceder a pesar de los comentarios que han generado ciertas sentencias que en general no son criticadas. Yo diría que en la inmensa mayoría de los casos son celebradas por la población”, dijo.

La ministro dijo que confía mucho en el sentido común de la población. “Los tres poderes fueron diseñados en el Siglo XIX emulando el proceso que venía de la Revolución Francesa concebido sobre los tres pilares: el poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Tanto el Ejecutivo como el legislativo han venido abriendo puertas de participación popular. Tenemos iniciativas populares para las leyes, tenemos plebiscitos, audiencias, consultas públicas, consejos económicos y sociales. Miles de formas de participación popular tanto en los ejecutivos como en los legislativos sea locales como provinciales como nacionales”, dijo.

“En cambio, la participación en el poder judicial es muy poca. La gente en general, hasta en el lenguaje del poder judicial no está involucrada. Todavía se utilizan frases y términos en latín, se escribe más difícil, no se han abandonado  tratos casi de la Edad media como ‘su señoría’ pese a que la constitución de 2008 eliminó todos esos tratos especiales. Todavía vemos en los escritos judiciales que la gente habla de ‘su excelencia’, etc.”, declaró Romero.  

De acuerdo a su experiencia en la abogacía, Romero se recibió a los 22 años, dijo que una cosa es opinar desde afuera de un imputado. “Otra cosa es sentarse, escuchar la historia de vida, como llegó a la situación de delito y tener que decidir entre culpabilidad o no culpabilidad”, dijo.

Romero dijo que, si bien se da una manipulación desde los medios para condenar a una persona generando sentimientos de venganza colectivos que se suscitan después del cometimiento de un delito, también ocurre que cuando el ciudadano es quienes está frente al problema, está en condiciones de comprender al ser humano que llegó a una conducta reprochada por la ley. “Cuando sale el ciudadano de ser jurado, comprende muchos más la labor del poder judicial”, dijo.

Consultada sobre el caso de gatillo fácil en Gualeguaychú, en donde un policía le disparó por la espalda a un joven matándolo luego de haber cometido un robo, Romero dijo: “estoy plenamente convencida y te puedo asegurar que en este caso un jurado actuaría exactamente igual que lo que actuó un juez técnico porque puesto a valorar el pueblo valor vida o valor propiedad, no me cabe duda que va a elegir valor vida”, dijo la ministra de Gobierno.

En septiembre de 2018, Daniel «Billy» Oyarzún, de 38 años, el carnicero que en septiembre de 2016 mató a un ladrón que acababa de asaltarlo en su local de Zárate, fue declarado inocente del crimen de Brian González (24) por un jurado popular. Consideraron que se defendió legítimamente de una agresión ilegítima y que, por lo tanto, no debía recibir sanción alguna. “Habría que ver que vio el jurado, a lo mejor vio una persona sufriente que había vivido una situación de violencia previa que justificó la actitud”, señaló Romero.

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