TEXTUAL
Me resulta raro que todavía no hayan hecho un titular explicando que por culpa de la anterior gestión del IAPV acaba de caer un meteorito en Entre Ríos.
Parece que no alcanza con que el actual presidente del IAPV haya salido a desmentir cuando Diario Junio publicó la misma infamia, puesta en boca del compañero Aldaz. Evidentemente, haber contestado esta misma falacia en repetidas ocasiones, haberles mostrado a Diario Junio la documentación, haber abierto las puertas para que pregunten lo que quieran, no les basta para volver, cada tanto, a publicar la misma mentira, que destila resentimiento y odio hacia a mí, seguramente por no haber pautado publicidad en ese medio. Cuando la extorsión se disfraza de periodismo, y encima progresista, resulta muchas veces inútil intentar llegarle a la gente destapando la basura que algunas empresas de comunicación ocultan deliberadamente.
Mientras fui presidente del IAPV, varias veces publicaron injurias que no tenían la menor prueba ni el menor sustento. Muchas de las personas que citaron con nombre y apellido salieron a decirles que eran mentiras (solo como ejemplo recordar aquel titulo “empleada del IAPV amenazada de muerte” y bla, bla, bla. ¿En que quedó?). Nunca hicieron una autocrítica, y hablan en nombre de la pureza cuando en realidad son deliberados mentirosos que buscan extorsionar.
Yo respondí, respetando la tarea de los periodistas, de los periodistas serios y de los de Diario Junio, pero al rato, aún cuando estaba probado que se trataba de falsedades, volvían con los mismos argumentos. Obviamente, me estaban apretando. Y en este caso, tengo que pensar lo mismo.
Al mamarracho de haber publicado declaraciones de Aldaz contra mi gestión, que él personalmente se encargó de desmentir, se suma ahora este vulgar apriete que no sólo va contra mí, con la mentira corregida de la “alta fuente” aunque próxima vez será que “me contó un pajarito”, por parte de un progresismo gorila que no encuentra su lugar en el mundo; sino que también es un ataque al gobierno, porque saben que el IAPV depende del Ministerio de Gobierno, es decir, mientras yo fui Presidente, el ministro era nuestro actual gobernador, Sergio Urribarri.
En el barrio “252” viviendas en La Bianca se construyeron 126 viviendas y en todo momento se explicitó (solo ustedes no se enteraron, los periodistas que “investigan” las informaciones que no publican) que las restantes 126 estaban a la espera del anticipo financiero por parte de la nación para dar el inicio de obra. Ese anticipo, todavía no llegó. Pero por supuesto, es mía la “desidia”.
Las 126 viviendas construidas se realizaron en un terreno aportado por la municipalidad con su correspondiente factibilidad técnica. La municipalidad quedó a cargo (bajo compromisos firmados) del relleno y nivelado del terreno. Por eso resulta chistosa la contradicción de Diario Junio que en el mismo párrafo habla de “la transferencia” del terreno de la municipalidad al IAPV, de las “gestiones municipales para la compra del terreno” y del terreno comprado por el IAPV para un negocio inmobiliario. ¿En qué quedamos?
Por la referencia a un tal “Tutti” (a quien no conozco y del que se ve que este medio sabía de antemano de los intentos infructuosos por vender la propiedad, otra buena tarea de “investigación”) tengo que decir que, ante la comunicación de la municipalidad de que no se haría cargo del movimiento de tierra por imposibilidades económicas, el Instituto terminó reconociendo lo que a entender de sus profesionales, y por las normas legales vigentes, le correspondía a la empresa y no tiene punto de comparación con el monto citado por Diario Junio. Ahí sus servicios de investigación no encontraron la “información”, así que, para no dejar con la intriga al lector, pasaron a inventarla.
Pero recurriendo otra vez a lo publicado en todos los medios, les recuerdo que hemos valorado como indispensable el apoyo de la CAFESG para construir obras de nexo, que están a cargo de las municipalidades, y que no está previsto el financiamiento ni por la nación, ni por el instituto. Y en este caso en particular, la CAFESG se encargó de hacer los nexos y las obras de saneamiento para que este barrio de 126 viviendas se conecte, a la vez, con dos barrios más: el barrio Pampa Soler (antes asentamiento La Bianca) y el barrio del programa de Emergencia Habitacional hecho a través de cooperativas de trabajo. Esto es lo que explica que la inversión haya sido mayor, en beneficio de las necesidades futuras de la ciudad.
Y con respecto a la capciosa pregunta de dónde está el resto del dinero que la Nación debe enviar para la finalización de la obra, la respuesta, si hubiesen querido buscarla haciendo un trabajo de verdadero periodismo, es simple: sólo que les da vuelta la argumentación y el sentido de su panfleto injurioso: se los digo claramente para que aprendan: no se presupuestan obras que al recibirse la factibilidad técnica por parte de la municipalidad, ya tenemos claro que existen o que serán construidas.
Me queda solamente felicitarlos por el hallazgo periodístico –bueno, yo también lo dije en toda entrevista que cualquier medio me hiciera, pero no quiero minimizarles su esfuerzo- de saber que hay necesidades habitacionales en la provincia. Y felicito a la “alta fuente” que se los dijo.
Que existieron y existen fondos nacionales (otro gran descubrimiento, los vuelvo a felicitar) es harto obvio, y ha sido públicamente reconocido hasta el cansancio en todos nuestros actos públicos (sin desmerecer su tarea “investigativa”).
El “empeño” o no, puesto por mi cuando estuve al frente del IAPV, termina siendo sólo una valoración opinable del redactor al considerarme el único responsable de los logros y/o fracasos en la gestión de viviendas en la provincia (por la expresión de intendentes, empleados, vecinos, adjudicatarios, etc. Es un honor). Por supuesto, están en todo su derecho de hacer un empeñómetro para medirme, lo que no es correcto es ponerlo en boca de otros que no son más que el amigo imaginario con el que todos jugamos de gurises.
Si tuvieran elementos para acusarme de un acto deshonesto, se que tendrían la integridad moral y otros atributos relacionados a la valentía y a la honestidad para presentarse en la justicia y denunciarme. Al menos tendría la posibilidad de defenderme. En el caso de sus “altas fuentes”, de los inventos de declaraciones y de su empeñómetro, nunca tengo la más elemental garantía constitucional de defenderme.
Con los panfletos, las chicanas, los insultos, ustedes deshonran el periodismo porque no respetan ninguna de las reglas que lo regulan, se dedican a la extorsión, a hacer política desde el lado de la víctima: yo puedo ser agredido y agredido, pero cada vez que respondo como corresponde a un funcionario público ustedes censuran lo que digo y vuelven después, como nenes malcriados, a reiterar la agresión. No les pido que adjetiven con educación, que cuando pongan el empeñómetro aclaren que es su opinión, nada más.
Como ustedes nunca me consultaron a mí ni lo van a hacer, les aconsejo que pregunten al compañero gobernador Sergio Urribarri. Él puede acercarles más detalles del trabajo realizado en Concordia y en toda la provincia en materia de viviendas. Con él trabajamos codo a codo por una continuidad positiva para el conjunto de los entrerrianos, y fundamentalmente Concordia, supo entender el mensaje.