Una campaña electoral que, salvo por los spot televisivos gratuitos, casi no se siente

EL OFICIALISMO
Sergio Urribarri viene pensando estas elecciones desde la derrota del 2009 frente a la UCR, toda su energía estuvo puesta ahí. Siguió actuando en consonancia con la estrategia nacional de mostrarse gobernando, haciendo, proyectando y, aunque fuera sobreactuado, se mostraba poco interesado en eventuales resultados electorales.

Acertó en no definir anticipadamente el desdoblamiento de las elecciones y cuando definió que todo se vota el mismo día, las cartas ya parecían echadas, al menos fue lo que demostraron las primarias de agosto.

Así las cosas, y con las espaldas bien cuidadas por CFK, en el sentido que iba generando una buena imagen de gobierno, que lo favorecía como a nadie, Sergio Urribarri se dedicó a demoler en forma sistemática a quien consideraba su principal problema, Jorge Busti.

Lo logró, al menos le fue quitando la imagen de infalible ganador. En silencio, sin aparecer él, iba mostrando como lo abandonaban a Busti. La imagen que fue instalando lapidaba. Casi todos los días aparecía un nuevo dirigente o aliado que dejaba las filas del otrora mandamás. Lo mostraba cada día un poquito más débil, hasta agotarlo. Hoy y basta hablar con quienes aún lo siguen, para saber que ya se sabe perdido. Si está o no perdido se sabrá la madrugada del 24 u horas antes, pero que la sensación es esta, no hay que dudarlo.

Es que, nadie más que Urribarri sabía en qué se asentaba el poder de Busti. Sin billetera y sin la protección de una prensa adicta, Busti pasaba a ser uno más. Por ahora puede decir, haciendo suyas las palabras de su escriba Puchulu que Urribarri es “un gorrión que se hace el zorzal”, pero…. faltan pocos días para que quede demostrada una cosa o la otra, mientras tanto juega a su favor la chance de la duda.

En esa inteligencia el gobierno, el propio Urribarri y aunque se cuidan de ser explícitos ya dan por ganada la elección del domingo.
Aunque no es el motivo de esta nota valdría recordar uno de los últimos datos estadísticos, en mi opinión, de los más impactantes aportado por el sociólogo Hugo Haime. El dato, señala que el 50 % de los votantes de CFK y sus candidatos, se manifiestan independientes y solo el 18 % dice provenir o simpatizar con el justicialismo. No sabemos que proporción aporta Entre Ríos, aunque difícilmente las cosas aquí sean muy distintas, por lo que, si Urribarri repitiera mandato, no debería obviarlo. La aclaración no es ociosa si pensamos que esta es una provincia con un fuerte sesgo de conservadurismo popular que merece retocarse sí, como lo manifiesta el gobernador, su intención es transformarla. Solo para la agenda.

SOCIALISTAS…

En el caso de los socialistas, su máxima referencia, Hermes Binner, se ufana de SU “forma de gobernar y de encarar la política, no como la división y el choque permanente sino por sus resultados», según su expresión textual y en obvia alusión a este gobierno al que, como todos saben, los opositores acusan de crispado, confrontativo.

La expresión merece ser analizada ya que es difícil suponer que a Binner se le pase por alto que los resultados muchas veces son el producto de confrontaciones inevitables con los factores de poder a los que les cuesta aceptar que en un sistema democrático, el que manda es el gobierno y no los poderes fácticos (o sea ellos), como ha sido casi invariable en la historia argentina.
¿ cómo creerá Binner que se puede hacer para no confrontar con las financieras dueñas de las AFJP a las que este gobierno les quitó el manejo del dinero de los jubilados, un negocio multimillonario que iba a parar a poquitos bolsillos ; cómo no confrontar cuando los dueños de la tierra se niegan a repartir algo de sus ganancias extraordinarias mediante el sistema de retenciones o al dictar una ley de medios, o al desafiar el oscurantismo eclesial y permitir el casamiento gay o al obligar a las patronales a sentarse en paritarias y discutir de igual a igual con los trabajadores las condiciones laborales ? las opciones son claras o confrontar o dejar todo como está.

Estos dichos de Binner explican sí, la postura de este partido a favor del sector más favorecido del campo en el conflicto por la Resolución 125. Un posicionamiento que lo fue dejando cada vez más a la derecha de este gobierno, tanto, que hoy es la propuesta más seria de ese sector ideológico. Bueno es decir que sincera el espectro y desanda el mito que identifica al Partido Socialista con la centro izquierda o la izquierda a secas. Nada de esto descalifica a ese partido que ha tenido la virtud de cambiarle la cara a Rosario primero y a Santa Fé luego. Solo intenta poner las cosas en su lugar.

No es entonces antojadizo pensar que, cuando hablan de no confrontar, de consensuar, están hablando de consensuar con los poderosos. ¿ Porqué ?, simple, porque sino no se explicaría como expulsaron de hecho a un vasto sector de militantes de ese partido que vieron con simpatía al Kirchnerismo (entre ellos, el valiente el diputado nacional de la Unidad Socialista, Jorge Rivas) o se terminaron peleando con muchos de quienes iban a ser sus aliados, por derecha y por izquierda. El radicalismo por un lado y Proyecto Sur por otro, sumado a lo que ocurre en esta provincia.

Aquí el consenso también les gambetea. En Entre Ríos participan de 3 propuestas electorales que confrontarán entre sí. Llevan candidatos en dos listas diferentes y enfrentadas, esto es, con la UCR cuyo candidato a gobernador es Atilio Benedetti y con el GEN que encabeza Ana D´Angelo. Pero además, en Concordia van junto a Proyecto Sur, o sea, separados del GEN y de la UCR. Para todos los gustos sí, pero de consenso mejor ni hablar.

BUSTI…

Si hay alguien en la provincia que le ganó a los socialistas en andar y desandar caminos, ese es Jorge Busti. Hizo lo imposible para aparecer junto a Kirchner en una foto, no tuvo demasiada suerte y se pasó a la vereda de enfrente, cortó rutas junto al sector más favorecido del campo ; coqueteó con Alfredo De Angeli y luego habló pestes de él ; Estuvo con Eduardo Duhalde hasta que empezó a caer en desgracia, luego lo abandonó ; lo recibió a De Narváez cuando parecía una estrella y antes de que se estrellara ; con Mauricio Macri fue y vino ; se enemistó con el senador Héctor Strassera luego que este le reprochara definiciones.

Los yerros exceden las movidas políticas. Desde fines del 2009 y luego de perder las elecciones frente al radicalismo, inició una campaña ascendente contra el kirchnerismo. Igual que los candidatos opositores en la nación, Busti pasó de desconocer la obra pública intentando instalar la idea de que no había obras sino “puros anuncios” (la mentira era evidente y sonaba burda), hasta que no tuvo más remedio que reconocerlas, pero, como “faraónicas”, para finalmente terminar diciendo que son obras suyas que “con Kirchner diseñamos la autopista de la Ruta 14 y la nueva Costanera de Concordia”.

Ese ir y venir se iba pareciendo a una brújula loca y explica en algo, porque sus filas se fueron desnutriendo de dirigentes primero y de simpatizantes después. No es solo billetera mata galán, hay algo que para los peronistas es más importante que la billetera y es sentirse desguarnecidos y lejos del poder.

EL RADICALISMO…
Mostró vitalidad solo hasta las elecciones Internas obligatorias de agosto, a partir de allí parece haberse corrido del mapa electoral, al menos eso es lo que ha sucedido en Concordia, coincidente por su parte, con la sorpresa que produjo la supresión de Alberto Rotman de las listas de diputados provinciales. En la segunda ciudad que aporta más votos en la provincia no es poco decir. La dirigencia local o al menos una parte de ella parece estar tomándose la revancha.

La luz que Atilio Benedetti mostró luego de las elecciones de 2009, parece haberse apagado, salvo en Paraná, en el departamento Federación y en algunas otras ciudades más pequeñas donde ese partido pelea den ligas mayores, el resto muestra cansancio.

De todos modos, vale decirlo, su histórico despliegue territorial le puede alcanzar para obtener el segundo lugar en las elecciones de Octubre en Entre Ríos, al menos en el orden provincial, sin embargo, esa situación no cambia las cosas, en cuanto a que aparece como un partido herido, muy herido.

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