Fue la ordenanza Nº 9.467, impulsada por la concejala socialista Verónica Magni y sancionada de manera unánime por el Concejo Deliberante de la ciudad la que denominó “Maestro Alfredo Bravo” a una de las calles de este conjunto habitacional que tiene la particularidad de ser un barrio docente.
También adhirieron Silvia Garnier y Mónica Amoz, de la conducción provincial de Agmer, que destacaron: “Alfredo fue un constructor de unidad, pero no de unidad porque sí, sino de unidad para la lucha, para la transformación. Tres de las construcciones a las que les dedicó toda su pasión, son las que caracterizan y dan sentido a su vida. La gremial, como fundador de CTERA, la confederación que a comienzo de los años 70 produjo un cambio en la lucha de los trabajadores de la educación, es una de las que tocan de cerca a los uruguayenses, porque además en ella tuvo un gran compañero, vecino de nuestra ciudad, que seguramente estaría aquí, adhiriendo fervorosamente a este reconocimiento: me estoy refiriendo a Bebe Fernández Canavessi, cuya firma figura junto a la de Alfredo en el acta fundacional de CTERA”.
Tanto Gustavo Blanc, secretario general de Agmer Uruguay, como la profesora María Luisa Grianta, del Área Derechos Humanos de la UADER, recordaron y destacaron la faceta militante de Alfredo Bravo.
La placa conmemorativa fue descubierta por las autoridades del Partido Socialista de Concepción del Uruguay; de Agmer y de familiares de Fernández Canavessi. Por último plantaron un jazmín al lado de la placa como un símbolo de presente y futuro enraizado en un pasado simbolizado en la figura de Alfredo.