Mercedes Ragone, vecina de calle Moulins al 300, aseguró que hace años la cuadra donde vive no recibe servicio de barrido ni limpieza. El problema se agudiza en la vereda del lado norte donde se acumula la tierra por acción del viento. “La tierra se vuelve barro y desde hace varios meses ese barro llega a la altura de nuestra vereda, tapa los desagües, las salidas de las casas”, señalo.
La mujer señaló que, a medida que pasa el tiempo, el problema empeora. Y recalcó que el problema no es de los vecinos debido a que cortan el césped y limpian las veredas sino que es exclusivamente falta de atención del municipio.
En octubre de 2013 enviaron una nota de reclamo que ingresó por Mesa de Entradas. “Pasó octubre, noviembre, diciembre, luego vino el receso”, recordó Ragone. A principios de abril, otros vecinos llamaron a Higiene Urbana y desde allí les señalaron que iban a acudir al lugar. “Pero pasó un mes y medio para no exagerar y no tenemos respuesta alguna”, manifestó.
Ragone recuerda que la última vez que el municipio limpió la cuadra fue hace dos años. “Fueron con una pala mecánica y sacaron varios camiones. Es lo que van a tener que hacer ahora porque no hay otra manera de levantar tanta cantidad de tierra acumulada. La calle es asfaltada pero parece de tierra”, señaló. Además la capacidad de absorción del agua de lluvia de las tierras fue rebasada por lo que las precipitaciones cuantiosas son un problema dado que están tapados los desagües de los frentistas.
Por su parte, Luis Mirabelli, vecino de la misma cuadra, expresó que es imposible que los vecinos puedan limpiar con una pala y una carretilla. “Tiene que venir un retroexcavadora de las chiquitas que tiene la municipalidad y con eso hace todo el trabajo”, indicó.
Paradójicamente, a 10 cuadras de distancia se encuentra ubicado el Corralón municipal. Los vecinos diariamente observan que las maquinas y los camiones vienen por Moulins pero pasan de largo. Al bajar la mirada y ver el barro, se preguntan cuando llegará el día que una máquina frene.