Una burbuja que no para de crecer

El préstamo del banco se realiza teniendo en cuenta el valor del terreno y multiplicándolo por 4. Esto quiere decir que como máximo, cada solicitante podrá acceder a un crédito hipotecario que no supere dicha suma: Por ejemplo, si el terreno tiene un avalúo de 50.000 pesos, el máximo de crédito será de 200.000 pesos. Además hay que tener en cuenta que el valor del terreno lo determinará un perito del banco.

Eduardo Falcón salió beneficiado en el último sorteo y allí comenzó su odisea. “Te otorgan el crédito y tenés que tomarte el trabajo de buscar terreno lo cual se hace muy difícil”, indicó. Una vez que encontrás el terreno tenés que llevar a aprobación el plano del terreno. Si está todo bien, te lo aprueban o no al crédito”, señaló.

“El problema mayor fue la suba indiscriminada de los precios. Terrenos que valían $ 50.000 pasaron a valer $ 110.000. Es mucha diferencia el precio de hoy con lo que valía dos meses atrás”, manifestó.

Además acotó que hubo casos de personas que tenían reservado el terreno, apalabrado por $ 50.000 y “les rompieron los boletos de compraventa y por esos mismos terrenos les están pidiendo más de $ 100.000. Subió un 110 % en días nada más”, mencionó Falcón.

Asimismo, informó que en algunos corralones se está produciendo una suba de precios evidentemente generada por el programa. “Pagando con la tarjeta de débito del Banco Hipotecario tenés un 15 % de recargo y los empleados no te justifican porque tenes ese 15 % de plus. Te cobran un 15 % de recargo cuando estás pagando con débito, es plata contado efectivo”, manifestó Falcón.

El beneficiario cuenta con $ 100.000 para comprar un terreno pero no pudo encontrar. “Necesitas un ahorro previo de $ 50.000 o $ 60.000. Todo el mundo está en la misma situación y te encontrás con que hay 20 familias detrás del mismo terreno o con que se les hizo el boleto a cinco familias y la primera que sale sorteada es la que se lleva el terreno”, ejemplificó.

Otro problema es la seña. “Por un terreno de $ 150.000 te están pidiendo de $ 10.000 a $ 15.000 (seña) por lo cual te esperan no más de 45 días cuando el crédito te lo pueden otorgar de los 60 a los 90 días. Asumir un compromiso con esta poca cantidad de tiempo es un riesgo porque la seña se pierde en caso de que no te otorguen el tiempo estipulado en el boleto de compra venta o no te otorguen el crédito”, explicó el beneficiario.

Falcón explicó lo que esperaba encontrar de parte de las autoridades municipales. “Nadie quiere que le regale nada, lo que se busca es poner un límite para que tenga razonamiento lo que se está pidiendo con el valor real de un terreno. Que se corte la especulación y que se fijen montos máximos con agrimensores y tasadores del municipio para que no se pidan cifras exorbitantes por un terreno de 10 por 20, o de 10 por 18 como me encontré yo. Es lo que se le está pidiendo a la intendencia: que intervenga en ese sentido”, dijo.

Josefina Buffa y Adrián Pintos fueron beneficiados en el último sorteo del Procrear pero se encontraron con diversos inconvenientes. “La realidad no es la que sale por televisión, hay más contras que beneficios”, dijo la mujer. Este mediodía fueron a la reunión en el 4º piso del Centro Cívico. Antes de ingresar, manifestaron que los problemas a los que se enfrentan la mayoría de los beneficiarios son la carestía de terrenos y el consecuente encarecimiento de precios de la oferta disponible. “Han subido muchísimo los precios de los terrenos”, indicó Buffa.

Pero a ello hay que añadir que muchos interesados no tienen el dinero para realizar la seña del lote que les interesa. “Hay que tener un monto ya inicial, entre un 20 y un 30 % del valor del terreno. Es como que está mal estructurado, mal implementado desde mi criterio porque el que se anota es porque no cuenta con dinero o cuenta con muy poco dinero”, indicó.

Incluso, señaló que quienes, por alguna razón, no puedan llegar al préstamo pierden la seña. “Se complica porque hay que tener el dinero para iniciar los trámites y, en caso que no te lo den, perdés la plata”, advirtió Buffa.

En tanto, Pintos sostuvo que recorrieron varias inmobiliarias y se encontraron con que los terrenos están por encima de los $ 120.000. “Un terreno de 10 x 30 metros”, explicitó.

La esperanza que ambos tenían antes del encuentro se cifraba en la posibilidad de que el municipio pueda disponer de tierras para los beneficiarios del Procrear. “Por ahí puede haber algunos terrenos fiscales que se puede urbanizar. Los pagaríamos con los créditos en unos años. No venimos a buscar que nos den terrenos. Que nos den un terreno que lo podamos pagar con el crédito”, manifestó.

¿Están a la mitad del camino? “Creo que falta más de la mitad, es un camino largo con mucha burocracia. No es fácil acceder y creo que es un momento en que tiene la clase media la oportunidad de una vivienda. Podemos pagarla, no podemos comprarla directamente, pero podemos pagarla teniendo un crédito. Me parece bien que se ayude a la gente que menos tiene pero hay que pensar también en la clase media que podemos pagar una vivienda pero no podemos pagarla al contado”, indicó la mujer.

En la delegación Concordia del Colegio de Escribanos se desconoce la razón por la que sólo dos profesionales están habilitados para realizar las escrituras en Concordia cuando hay más de 40 matriculados para esa tarea en la ciudad. Lucrecia Sarriegui, titular de la entidad intermedia, señaló que el Colegio a nivel provincial firmó un convenio con el Hipotecario estipulando una serie de condiciones. No obstante, el banco luego decidió cambiar esas condiciones y el Colegio desistió de seguir adelante. “Desconozco por qué en Concordia seleccionaron dos escribanos y en el resto de la provincia cuatro más. O sea, en todo Entre Ríos son seis escribanos las escrituras”, indicó.

“Si bien se cambiaron las condiciones, se sigue trabajando para que todos los escribanos de la provincia puedan trabajar con este plan. No sé si será posible lograrlo pero es la intención de la dirección central del Colegio”, acotó más adelante.

Si bien los bancos privados, tal como el Hipotecario, eligen los escribanos con los que pretenden trabajar pero las entidades públicas no y aquí se trata justamente de fondos provenientes de las arcas estatales. El Nación es el mejor ejemplo. “El Colegio lleva una lista de los escribanos para que los clientes seleccionen libremente el escribano con el que quiere trabajar. La lista se presenta completa y si algún escribano no quiere, en su momento cuando lo llamen dirá que no pero llega la lista completa”, indicó.

¿Han llegado quejas del resto de los escribanos a la delegación? Por escrito no hubo ninguna presentación. Asimismo, Sarriegui señaló que desconocía si el tema era materia de conversación entre sus colegas. “Pero en forma escrita no”, mencionó.

Por otra parte, cabe acotar que los beneficiarios, elijan el escribano que elijan, tendrán que abonar el 1 % del crédito en concepto de honorario. Es un porcentaje que no varía y está estipulado por el Hipotecario.

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