Como nunca antes, la pésima relación que Elisa Carrió y la UCR mantienen escondida desde hace décadas salió traumáticamente a la luz. El fuerte enfrentamiento entre los socios de Cambiemos se disparó en uno de los peores momentos para el gobierno de Mauricio Macri, que no logra salir de la crisis económica ni retomar la iniciativa política. En una semana abigarrada de exabruptos, la líder de la Coalición Cívica recurrió a sus ya habituales comentarios ofensivos enchapados en humor. Dijo que ella “los maneja desde afuera” y que ese es su “castigo por misóginos”. En general, los epítetos de la chaqueña quedaban en la nada porque en la UCR elegían no responder o bajarles el tono. Esta vez no fue el caso. La reacción abarcó desde el gobernador Gerardo Morales hasta Ricardo Alfonsín, pasando por un comunicado formal del Comité Nacional del partido, presidido por Alfredo Cornejo. “Que nos diga Carrió cuánto aporta hoy a Cambiemos y a las políticas del Gobierno Nacional. Seguramente sea menos que las propinas que deja”, le disparó el gobernador de Mendoza. Lejos de moderarse, Carrió se desligó de sus agresiones y le lanzó un dardo venenoso a Cornejo: le recordó su alianza con el kirchnerismo cuando era uno de los hombres más cercanos a Julio Cobos.