“Hay varias ordenanzas vigentes con respecto al tema carros”, dijo Armanazqui. Entre otras, una ordenanza de 1990 establece que los carros deben “llevar una luz blanca u ojo de gato en la parte superior o inferior del lado izquierdo del mismo”. Además los conductores de los vehículos de tracción a sangre “deberán contar como mínimo con dieciséis (16) años cumplidos y aprobar el examen pertinente”.
Más adelante, propone un empadronamiento de los vehículos de tracción a sangre animal. Y señala que “ningún vehículo de tracción a sangre animal podrá circular si no lleva en lugar visible la chapa patente que coincida con la de su autorización por escrito de su titular del vehículo conforme su empadronamiento cuando sea conducido por tercera persona”.
Y los propietarios deberán poseer un predio cercado donde guardar los animales que utilice, sea como propietario, locatario, usufructuario, prestatario,etc.
Asimismo se prohíbe a los carros la circulación nocturna con conductores menores de dieciocho y en el radio que pasa a denominarse microcentro: al sur calle Carriego y su continuación Andrade; al oeste calle Alvear; al norte calle Las Heras y su continuación Coldaroli y al este calle La Rioja.
La idea del Ejecutivo es modificar la ordenanza para mejorarla y adecuarla a la actualidad. “Hay una reunión para dentro de 15 días pero la idea del intendente es que se haga cuanto antes”, dijo Armanazqui. No obstante, adelantó que la prioridad será prohibir el trabajo infantil dado la cantidad de menores que conducen carros en la ciudad. Para ello, cuando se detecte a un menor conduciendo un carro, se le va a retener el vehículo y el animal en tanto que el menor quedará en manos del Copnaf.
El caballo y el carro serán guardados por el municipio. A los equinos se les hará controles veterinarios para saber en que estado se encuentran. En caso de no estar en condiciones, una ONG que se hará cargo de la recuperación del animal. Los costos y la estadía correrán por cuenta del propietario. “Como pasa con cualquier vehículo”, dijo. Pero si se encuentra en buen estado, se lo reintegra al dueño. No obstante, el carro seguirá retenido sino está registrado. Además la propuesta incluye la colocación de una letra en la chapa correspondiente a un lugar de la ciudad por donde debería circular habitualmente.
Para ello se necesita hacer un relevamiento. El edil dijo que esa es la intención del Ejecutivo pero que se ha ido retrasando por distintas cuestiones. “Creemos que hay que hacerlo”, dijo.
Respecto del radio establecido como microcentro en la ordenanza, una versión que circulaba por Tránsito esta mañana daba cuenta de que, a partir de mañana, 1º de agosto, se iba a prohibir la circulación de los carros en esa zona. Pero Armanazqui señaló que no se impedirá completamente la circulación sino que habrá una restricción horaria. El ingreso estará permitido desde el horario de cierre de los comercios, aproximadamente 12:45, hasta las 15 aproximadamente.
El tema aún no está definido. El concejal señaló que es más flexible el establecer horarios para quienes recogen desperdicios secos. En cambio, no hay tanta elasticidad para quienes recolectan sobras de comida de los restaurantes. “Es bastante más complicado”, indicó. Para ello aún deben coordinar una reunión con la Asociación Hotelera Gastronómica y la Uthgra.
“No dejamos de ver que para muchos es una salida laboral. Por eso esto lleva un trabaja interrelacionado con muchas áreas”, mencionó el edil. “La idea es llegar en algún momento a que se elimine el tema del vehículo de tracción a sangre pero es todo un proceso”, añadió. Para ello analizan la construcción de carros manuales, con ruedas de bicicleta, para ser trasladados a pulso en el microcentro hasta que se pueda pensar en otros pero motorizados.
Una alternativa laboral
Horacio Froy, titular de Conciencia Animal, dijo en principio apoyan el proyecto y no están en contra del mismo. Pero luego aclaró que en hace algún tiempo tenían la misma visión que el municipio: terminar con la tracción a sangre para que no haya más animales maltratados en la vía pública. No obstante, luego de analizar el programa “Basta de Tas (Tracción a Sangre)” comprendieron que la liberación del animal es la última fase de un proceso.
Y ese proceso comienza regularizando la situación laboral de los “carreros”. En primer lugar señaló que es indispensable hacer el relevamiento para saber cuántos, de los 600 o 700 que se estiman que existen en la ciudad, realmente necesitan subirse a un carro para subsistir.
Es que muchas veces se analiza que es innecesario que los menores conduzcan carros dado que reciben ayuda del Estado como el plan Asignación Universal por Hijo u otros similares. Y seguramente el beneficio económico que perciben es mucho menor que la ayuda estatal.
En cuanto a la basura, dijo que el programa establece la división en origen de la misma. “Es difícil que en la casa separen lo orgánico de lo inorgánico”, indicó. Pero explicó que se necesitan sólo dos bolsas de diferente color: en una se recoge el vidrio, el plástico y el cartón (los materiales que tiene valor económico) y en la otra el resto de los desperdicios.
Además proponen cambiar los carros por vehículos a motor. “Cargan hasta 1200 kilos, tienen marcha atrás, son volcadoras”, detalló. Pero en una proporción de un motocarro por 10 carros. Uno de los “carreros” conduciría el vehículo y los 9 restantes trabajarán en la clasificación de los residuos en predios cercados para tal fin. Lo que quede sería trasladado por los camiones municipales hasta el Campo del Abasto.