Una barrera a los camiones

“Esto lo venimos viendo desde hace muchos años, es un daño muy importante el que hacen los camiones de gran porte en el centro de la ciudad. No solo rompen el asfalto sino que rompen los caños de cloacas, de agua que van debajo del asfalto con un costo altísimo de reparación por parte del Estado municipal”, dijo Loggio.

A la secretaría de Producción muchas veces llegaron solicitudes de empresarios concordienses, propietarios de distribuidoras, supermercados o de grandes casas de electrodomésticos, de espacios públicos para instalar galpones. “Hace poco mas de un año fui planteando a diversos empresarios que han venido a nuestras oficinas a pedir una ayuda por parte del Estado y les plantee también a las autoridades del Centro de Industria y Comercio que tenemos una idea que forma parte del proyecto estratégico de Concordia 2050 que es fortalecer la zona oeste de la ciudad”, recalcó.

Más concretamente les explicó que, paralelamente al proyecto de saneamiento del Campo del Abasto, que en poco finalizará con un relleno sanitario para concluir con el proyecto de disposición final de la basura, propusieron la utilización de un sector del mismo para construir la playa de transferencia.

En tal sentido, la idea es utilizar el sector sur del Campo del Abasto que da a la ex ruta 4. “Estamos hablando de un predio que puede ser de 5, de 8, de 10, de 12 hectáreas o de lo que se necesite. El estado municipal está dispuesto a ceder en un corredor que está a 2 km. de la autovía”, indicó Loggio.              

Desde la municipalidad manifestaron que están dispuestos a colaborar con los accesos. “Los camiones entrarían por ruta 14 y (ex) ruta 4. Harían el rulo en el puente de ruta 14 y 4. Harían dos o tres kilómetros hasta el Campo del Abasto. Ahí hay que hacer una rotonda en (ex) ruta 4 y la avenida que divide el ejido de Concordia de la Junta de Gobierno de Colonia Roca”, explicó. Luego los vehículos de menor porte llevarían la carga por la ex ruta 4 hasta Boulevard Yuquerí. “Habría que hacer un mejoramiento de la carpeta asfáltica, fortalecimiento de banquinas”.

Pero, el punto fundamental es debe haber inversión privada para que el proyecto prospere. “Necesariamente este proyecto requiere de compromiso del sector privado”,  señaló. Loggio sostuvo que los propietarios de distribuidoras, supermercados o grandes cadenas de electrodomésticos ubicadas en el centro de la ciudad abastecidas por camiones de gran porte, deben ser conscientes de que la ciudad “no soporta más es realidad”.

Por ello, el secretario de Producción  remarcó que el emprendimiento debe ser de carácter público-privado. En ese esquema, el municipio cede las tierras y ayuda con las obras de infraestructura pero, a su vez, los privados deben hacer invertir en la construcción de las playas de transferencia. Incluso, pueden utilizar las naves no sólo como lugar de trasbordo sino también como depósito de mercaderías exclusivo de cada empresa.

Para ello, se requiere mejorar las condiciones de seguridad en la zona. Loggio destacó que el barrio El Silencio “ha dejado de ser la vergüenza de los concordienses”. Recordó que en la década pasada venían medios nacionales para “buscar pobres en Concordia” como “si no hubiera pobres en la Capital Federal”. “La zona está mejorando muchísimo”, recalcó.

No obstante, a pesar de las ventajas que implica el proyecto, los empresarios dejaron de interesarse cuando les fue solicitado el aporte económico. “No hemos tenido respuesta”, dijo Loggio. “He recepcionado muchas inquietudes pero aparece la limitante cuando hablamos de que necesitamos que haya una contraparte del sector privado”, indicó.

Más adelante, como para que no queden dudas, Loggio recalcó que ni el municipio ni la Provincia pueden hacerse cargo de esa inversión. “El Estado no puede  resolver solamente a su costo el beneficio para las empresas”, subrayó. Y añadió que además de “imposible” es “injusto”. “Creo que la ciudad tiene muchísimos problemas como toda ciudad de importancia. Concordia está dentro de las 25 ciudades más importantes de la Argentina y las inversiones que necesita esta ciudad en infraestructura, cloacas, asfalto, cordón cuneta son absolutamente prioritarias. De manera que no podemos estar destinando millones de pesos a emprendimientos que tienen que ver con el lucro empresario. Queremos hacer un abordaje del problema pero queremos hacerlo junto al sector privado”, indicó.

Más adelante, Loggio señaló que en  el corto plazo se va a tener que resolver ya que el “reclamo social es cada vez más fuerte” de los vecinos que “no soportan el movimiento de camiones en la zona céntrica”. Por ello, aseguró que cada vez el Estado “va a ir poniendo más trabas”. “No digo que haya que resolverlo ahora en seis meses pero hagamos un plan de trabajo que haga un abordaje de la problemática y todos hagamos un esfuerzo para resolver un problema que es muy importante para la vida de los concordienses”, indicó.

Ruidos a la madrugada

El director de Tránsito, Carlos Peñaloza, indicó que  hay comercios que, en su momento, fueron habilitados en lugares donde actualmente generan molestias a los vecinos. “Quedaron en zonas donde ya no van a poder estar”, explicó. Un ejemplo es un corralón  y una distribuidora ubicados en la zona suroeste, muy cerca de la unidad penal.

Las quejas apuntan al ruido que generan los camiones. “Llegan a veces en horas de descanso de los vecinos”, explicó. En algunos casos, los equipos cargados con mercaderías perecederas llegan de madrugada, los dueños de los depósitos no abren a eaas horas y por eso los camioneros dejan el equipo de refrigeración encendido. “Eso es como tener un motor en la ventana. Ocasionan una molestia bastante grande para los vecinos de la zona”, mencionó.

En esos casos, Peñaloza sostuvo que los vecinos deben llamar a Tránsito. “Vamos y sancionamos directamente hasta tanto se ubique un lugar donde hacer la transferencia y por donde circular para no ingresar a la zona céntrica”, mencionó.

La municipalidad sólo permite la carga y descarga de 6 a 9 de la mañana. Por ello, les piden que no ingresen al ejido a los camiones hasta las 6 de la mañana. “A las seis todos estamos levantados preparándonos para la labor diaria”, recalcó.

Asimismo, el responsable de Tránsito señaló que se están dando cuenta desde el municipio que “el pavimento no aguanta el peso de los camiones y la carga que traen”. Un ejemplo concreto es lo que sucede en Benito Legerén. En enero de 2013, se inauguró el asfalto del acceso de 3,5 km. de extensión que une esa localidad con el Acceso Sur a Concordia. Pero los camiones que circulan exceden el peso máximo y ya se está rompiendo el pavimento. “Hay partes que se ha hundido", admitió Peñaloza.

Por ello, la idea es colocar una balanza en la entrada a Benito Legerén”, mencionó. De la misma forma, se analiza enviar el transporte pesado por avenida De Los Trabajadores, un acceso de ripio, para evitar que se siga deteriorando el acceso pavimentado.

Balanzas para Todos

En realidad, el concejal Alberto Armanazqui (FPV) fue quien manifestó hace dos años, a través de un proyecto de ordenanza, la necesidad de colocar una balanza para controlar el peso de los camiones. La iniciativa fue presentada en marzo de 2013. Entre los considerandos se destaca que es necesario “efectuar un estricto control dentro del ejido de la ciudad, sendo esta la mejor forma de evitar la destrucción de las calzadas, avenidas y rutas recientemente inauguradas como las ya existentes”.

Por ello, en el artículo 4º se autoriza al Ejecutivo a “instrumentar la compra o convenios con el estado nacional o provincial y/o alguna ONG de los elementos portátiles para realizar los controles: ya sean balanzas fijas o portátiles y su posterior colocación en los lugares que considere oportunos”.

Asimismo, se recalca que “dentro de sus poderes y facultades delegadas, la municipalidad tiene el derecho y el deber de controlar y restringir el tránsito vehicular y en particular el de transporte de cargas a fin de salvaguardar la seguridad pública y el deterioro de sus calzadas”.

Por ello, el proyecto faculta al Ejecutivo a implementar: “un control de pesaje tanto del vehiculo como de la carga, el peso total o por ejes que en ningún caso podrá exceder los máximos establecidos en las normas nacionales vigentes labrándose las actas correspondientes en caso de infracciones, sin que el ejercicio del poder de policía implique desplazar las competencias de las autoridades nacionales y/o provinciales, con competencia y jurisdicción sobe las rutas”.

 Más adelante se establece que “las actas de infracciones serán remitidas al juzgado de faltas quien determinará el monto de la multa correspondiente…las mismas se aplicarán individualmente y por separado al propietario del vehículo y/o usuario y/o poseedor y al propietario de la carga transportada en el caso que la tuviera”.

Además se señala que “los vehículos y su carga que circulen con peso y dimensiones que superen las máximas admitidas, independientemente de la multa a la que hubiere lugar, serán obligados por las autoridades a descargar el exceso de carga suspendiendo, hasta que lo haga, su tránsito por la vía pública. Los excesos de carga serán transferidos a otros vehículos o descargados en los lugares que indique la autoridad que constate la infracción. La mercadería descargada deberá ser retirada por el transportista o responsable de la carga dentro de los plazos que a tal fin establezca la autoridad. Al afecto se hará constar en el acta el plazo del vencimiento del depósito, atento a la condición de dicha mercadería: perecedera, imperecedera, contaminante o peligrosa. Vencido dicho plazo se procederá de oficio a su retiro”.

Respecto de la recaudación por el pago de multas, según el artículo 5º, “será distribuida de la siguiente forma; el 20 % para la administración municipal y el 80 % para costear las acciones destinadas a la reparación de y reconstrucción de las calzadas afectadas por el uso indebido”.

A pesar de que la importancia y la necesidad de colocar las balanzas, el proyecto está dando vueltas desde hace dos años por distintas secretarias del Ejecutivo. Actualmente se encuentra en la dirección de Desarrollo Urbano. Y es difícil estimar cuantos meses, o años, seguirá insumiendo el análisis de la propuesta para que finalmente sea aprobada.

 

 

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