“Están todos despedidos y no los queremos ver”. Esa fue la respuesta que recibió EL DIARIO por parte de quien atendió el teléfono en la aceitera Green Lake de Lucas González, departamento Nogoyá.
Al parecer, se trataría de uno de los cinco trabajadores del área administrativa que no fueron despedidos y, ayer se encontraban en la planta realizando las liquidaciones.
En las oficinas el trabajo administrativo parecía no alterarse por la decisión de los empresarios de despedir a 50 obreros, quienes se encontraban ayer haciendo una toma pacífica en el sector de las maquinarias.
Esa medida, según pudo saber este medio, se extendería hasta el lunes, fecha en la que anunció la empresa que abonará los salarios y las indemnizaciones.
“Para Lucas el cierre de esta planta es un golpe fuerte. Es la única industria que tenemos y que empleaba a un importante número de trabajadores”, reconoció la intendenta Zunilda Gobo, quien acompañó, en la noche del jueves, a los trabajadores durante la asamblea en la que se decidió la toma de la planta.
TELEGRAMAS. Los telegramas de despido fueron recibidos el jueves y desde entonces, prácticamente toda la población quedó convulsionada por la noticia. Es que se trata de la principal fuente laboral de Lucas González y empleaba, hasta el jueves, a 50 obreros.
Al parecer los empresarios que tienen sus oficinas en Gualeguaychú proyectaban refaccionar la planta para “alquilarla”. “Me comuniqué con uno de los dueños y me dijo que la idea que tienen es alquilar la planta para que nuevos dueños se hagan cargo, ya que ellos no pueden seguir por los altos costos que tenían”, admitió la jefa municipal.
“El presidente de la firma me confirmó que llegó a esta determinación, de despedir a todo el personal, por las pérdidas que tenían. También me confirmó que se les abonará a los obreros despedidos las indemnizaciones y que dicho dinero se estaría liquidando el lunes”.
El temor de los trabajadores y de la intendenta es que no se lleve a cabo la anunciada reincorporación de los despedidos cuando la planta pase a otras manos. “Hablando con el presidente de la empresa me dio la sensación que el cierre es definitivo y por ahora, es sólo un anhelo de los empresarios que la aceitera se reabra”, confesó la intendenta.
Pero en el hipotético caso de que la planta se alquile, el gremio no confía en que se reincorpore a los mismos despedidos, puesto que muchos de ellos están a pocos años de jubilarse.
“El cierre de la planta perjudica, no sólo a las familias de los despedidos, sino a toda una cadena productiva que dependía de la aceitera, como por ejemplo a los transportistas, proveedores y changarines. Esta empresa y el Municipio, son los mayores generadores de fuente de trabajo de Lucas y el impacto será muy negativo tanto en lo económico como en lo social”, reconoció Gobo.
FUTURO. Lo cierto es que ni el gremio ni el Municipio tienen garantías de que la planta vuelva a su actividad en los próximos meses. “Algunos de los despedidos podrán buscar otros trabajos, pero muchos de ellos no son obreros jóvenes, por lo que se les complicará conseguir un nuevo trabajo y menos, en esta localidad”, se lamentó la intendenta.
Tal como se reflejó en medios periodísticos, la aceitera fue fundada en 1947 con 16 accionistas y en 1982, la vieja Industrial Luquense pasó a manos de la empresa Goldaracena Hermanos con el nombre de La Luquense.
En 1994, la aceitera presenta quiebra. Los nuevos empresarios la rebautizan como Green Lake SA, donde se fabricaba hasta hace pocas horas aceites vegetales, lino, soja y girasol por tracción solvente.
De acuerdo a los dichos del delegado gremial del Sindicato Aceitero, Juan Maciel, al parecer los empresarios tienen proyectado la construcción de una aceitera en Gualeguaychú, en que la firma tiene su sede central, donde se produciría a mayor escala.
Con la mira en la exportación
Pese al cierre de la planta, la página web de la firma hasta ayer anunciaba en su sitio oficial www.greenlakesa.com.ar que “Green Lake SA surge de la decisión que tomaron sus socios, con la intención de desarrollar la explotación industrial de oleaginosas, dentro de la cual se encuadra la elaboración de aceites, como actividad principal”.
“Con el transcurso de los años y el crecimiento sostenido de la demanda, los socios deciden orientar la oferta hacia el exterior, implementando nuevas políticas comerciales enfocadas hacia el Mercado Común Europeo, Mercosur y Mercado Asiático”. En esa página se destaca que por la “vialibilidad del proyecto” se decidió ampliar “la capacidad productiva” y “poner en marcha una nueva planta en el Parque Industrial de Gualeguaychú”. Green Lake cuenta con un área comercial-administrativa radicada en Gualeguaychú y un área industrial en Lucas. Hasta el jueves, Green Lake empleaba a 67 personas, de las cuales el 85 % están afectadas al área productiva, mientras que el resto se desempeña en el área comercial y administrativa.
En cuanto a su producción, se destacaba que “la misma alcanza a las 120.000 toneladas anuales, aproximadamente, siendo el principal producto elaborado el pellet de harina de soja”.