En efecto, según lo cuenta el periodista Luís Pérez de Salto para el diario El País de Montevideo, a la culminación de los festejos de su cumpleaños sobre las 6 de la mañana de ayer, el médico decidió ir a pedirle explicaciones a quien a la postre sería su homicida sobre el porqué de las amenazas que estaba recibiendo de parte del mismo.
Aparentemente, este hombre que se domiciliaba en la calle Larrañaga casi Artigas habría llamado telefónicamente a Gaudín para amenazarlo de muerte, así como a otros dos colegas -un caso que la justicia ahora investiga- en los que los acusaba de ser responsables de la pérdida de su mujer.
El profesional al que algunos familiares intentaron hacer desistir de acudir al lugar para recriminarle la actitud a su oponente, una vez frente a la puerta del domicilio de su asesino tocó timbre y al observar de quien se trataba el hombre que había enviudado desde el balcón habría disparado por lo menos dos tiros con un revólver calibre 38, uno de los cuales impactó en el tórax y otro en la clavícula del neurólogo en medio de la desesperación de quienes lo acompañaban y auxiliaron.
Rápidamente concurrió al escenario del hecho de sangre una unidad de emergencia médica quien trasladó a Gaudín a un centro asistencial donde alcanzó a ser intervenido quirúrgicamente. Pero ante la entidad de las heridas falleció tres horas después.
AGRESIVO. Al matador, que según fuentes policiales tiene antecedentes por amenazas con armas de fuego a un vecino y a las autoridades, por decisión judicial ya le habían retirado desde su domicilio un revólver similar al que usó para matar al médico. Según informaciones, esta persona estaría bajo tratamiento siquiátrico.
Una vez consumado este hecho y con la llegada de las fuerzas del orden a su apartamento, el hombre alcanzó las llaves de la puerta de entrada a una persona de su confianza para que les franqueara la puerta con el fin de entregarse sin oponer resistencia. Según datos extraoficiales y que son piezas del expediente de la justicia, la policía habría encontrado elementos que involucrarían al hombre con intenciones de ultimar a otros dos colegas de Gaudín por la misma presunción de que su esposa murió porque no recibió la atención adecuada.
Ayer, minutos antes del mediodía, el matador fue trasladado a la sede judicial y declaró ante el Juez de Feria quien luego ordenó que fuera examinado por un médico siquiatra forense. A la hora 11 de hoy deberá volver a la sede penal en Salto para que el Juez se pronuncie.