Un tren de pasajeros volvió a unir las dos costas entrerrianas

Dijo que en el trayecto que une Concepción del Uruguay con Paraná se recorren 24 localidades. “Está previsto que este servicio pare en todas, incluso en aquellos pueblos muy pequeños de la provincia”, dijo Molina antes de mencionar que en Tezanos Pintos, antes de llegar a Oro Verde, un grupo de jóvenes lleva adelante un proyecto voluntario de recuperación de la estación. Además resaltó que esta iniciativa no ha demandado prácticamente gastos para la Provincia, a excepción del pago de los salarios a los trabajadores de la Uefer.
“Superamos una prueba más con este viaje pero es sólo el punto de partida porque aún queda mucho por hacer”, aseguró Molina antes de agregar lo que sigue es “seguir reparando infraestructura, consiguiendo máquinas y mejorando los niveles de seguridad para, poco a poco, ir haciendo realidad un proyecto que intenta recuperar 1.000 kilómetros de vía, de unir no sólo Paraná con Uruguay sino también hacer combinaciones desde Basavilbaso a Concordia y en el futuro redoblar los esfuerzos en la recuperación de Paraná- Federal- Concordia.
Molina precisó también que está previsto que en la segunda quincena de junio comiencen a realizarse en forma regular el transporte entre Concepción del Uruguay y Paraná. El costo del pasaje será de 24 pesos para la mejor calidad, los tramos menores tendrán costos más bajos. El trayecto tardará alrededor de siete horas
Esperaron la llegada del tren los ministros de Salud Angel Giano y de Planeamiento, Guillermo federik; la secretaria General de la Gobernación, Sigrid Kunath; el subsecretario de Cultura, Roberto Romani; el director de Vialidad, Jorge Rodríguez y el Titulard e la UEP, Gustavo Graglia, entre otros funcionarios y vecinos paranaenses.
Diversas actividades se programaron en Paraná para esperar el arribo del tren. Una de ellas fue la presentación del primer vagón cultural itinerante de la Argentina, Identidad en Movimiento, realizado en un trabajo conjunto entre la Unidad Ejecutora Ferroviaria de Entre Ríos (Uefer), el Programa Identidad Entrerriana y el Consejo Federal de Inversiones (CFI). El montaje de este vagón se da en el marco de la muestra anual que lleva adelante Identidad Entrerriana en la capital provincial.
El coordinador provincial del Programa Identidad Entrerriana, Alfredo Ibarrola, explicó que el vagón irá enganchado a la recuperación de la traza ferroviaria. “Según las frecuencias, se instalará en una estación determinada y allí se quedará unos días. La intención es que esto sea una especia de disparador de la actividad y la participación de la gente de cada comunidad”, manifestó.
Se trata del vagón furgón-postal que Ferrocarriles Argentinos utilizaba para trasladar encomiendas y correspondencias a distintos puntos del país, el que fue restaurado y adaptado para la actividad que se desarrollará. La máquina rodante de 25 metros de largo por tres metros de ancho se dividió en tres secciones: una sala para proyecciones y reuniones; otra sección para la exposición de artesanías, investigaciones, fotografías, libros y un espacio ambiental; y un lugar para dos personas que viajarán de manera permanente en el vagón.
Conjuntamente con esta actividad, se presentó el libro de Carlos Waigant, ex trabajador ferroviario, denominado Ferrocarril Central Entre -Riano. Vía libre hacia la historia. “La verdad, nunca creí que se iba a reactivar el tren en la provincia”, manifestó el autor de la obra, quien expresó su “inmensa alegría” por la vuelta de servicio; y agregó: “Gente tozuda como ésta no he visto; va a ser un logro si la gente después lo cuida”.
La presentación de la obra se realizó en la estación de Paraná, luego de la llegada del tren proveniente de Concepción del Uruguay. Según explicó Waigant, “el libro básicamente está dentro del tipo ensayo y contiene todos los antecedentes en la formación del tren, leyes, decretos, todos enumerados cronológicamente; lo que se quiera encontrar sobre el tema está en la publicación”, que además concentra datos sobre el material rodante desde los orígenes.
Waigant comentó que empezó la obra “queriendo saber cómo se formó el ferrocarril, sin la idea del libro”, y que su interés se despertó a raíz de su experiencia, ya que “yo trabajé en el ferrocarril, fui aprendiz, después personal técnico, entré en 1949 y me jubilé en 1990, cuando se los aniquiló”.

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