Un tercio de los alumnos de la escuela tiene inconvenientes para acudir a clases. Se trata de, aproximadamente, 400 alumnos, debido a que a la escuela asisten 1250 estudiantes, repartidos en 50 cursos que asisten de mañana, tarde y noche. Las aulas superiores son utilizadas durante todo el día.
“Estamos en obras desde hace dos meses, lo que pasa es que con el receso se aprovechó para hacer algunas reformas y llevó más tiempo, hubo algunas demoras y entonces no se pudo terminar a fin del receso”, explicó el director. El primer día de clases posterior al receso no hubo clases en toda la escuela.
La totalidad de la planta alta de la escuela está siendo reparada y pintada. “Los chicos también están realizando tareas menores, acomodando las aulas que estaban bastante deterioradas. En siete aulas se cambiaron las ventanas, se están arreglando los cielorrasos y eso complicó”, añadió el director.
“La empresa sigue trabajando en las aulas y estamos ya prácticamente para finalizar. Dos aulas que eran grandes se transformaron en cuatro y ahora va a quedar un poco más cómodo. Los inconvenientes que se están generando van a ser comodidad para el futuro”, expresó.
La escuela, en medio de los problemas que acarrearon las reparaciones, intentó durante estas dos semanas retomar las clases en la medida en que las circunstancias lo permitían. “Habilitamos las aulas que tenemos en el taller, hicimos un cronograma de manera que, por lo menos, 3 veces a la semana vengan casi todos los cursos”, expresó.
“La escuela estaba bastante postergada, esto es una refacción; yo digo que cuando encarás una refacción en tu casa, se va agrandando la obra, querés pintar y arreglar los pizarrones, acomodar los bancos”, sostuvo.
Hace varios años que el edificio escolar no recibía una intervención edilicia. Castagnini estima que hace dos o tres décadas la escuela se mantiene en pie. “Cuando termine esta partecita, empieza el cambio de la cubierta del techo de la parte que se encuentra sobre la esquina de Avellaneda y Entre Ríos, que es la esquina más importante de la escuela”, indicó.
Aún restan reparar las aberturas que dan hacia el norte, casualmente hacia el gimnasio. “Es el gran objetivo del futuro. Hay que terminarlo, tiene tribunas para 1.000 personas, está bastante en condiciones. Falta un cerramiento”, explicó.
“Lo bueno es que está involucrada mucha gente, entre el personal y los alumnos, para que quede lindo, porque la parte que se hizo nueva quedó linda, cómoda, limpia, eso provoca que todos quieran seguir acomodando la escuela. Eso también ayuda al crecimiento de la institución porque mejora la pertenencia”, finalizó.
