«Si nos quedamos en los diagnósticos de situación y expresiones, los platos rotos los paga el consumidor final y por supuesto los que menos tienen, ya que el salario no acompaña esta situación, es hora de ocuparse específicamente» propuso el senador a través de su página web. Además señaló que se necesita un plan de efecto concreto, de emergencia temporal, consensuado con fundamentos políticos a este presente, con el fin que brinde un horizonte entre el estado, el sector y el consumidor.
En los fundamentos de su proyecto de comunicación, Díaz recordó que en 2009 planteó la necesidad de desarrollar un plan de aumento y eficiencia del stock de vientres a mediano y largo plazo y advirtió que hoy “ante la realidad de la suba del precio de la carne en el mostrador de todos los argentinos, interpreto que se deben tomar medidas urgentes, que son posibles”.
Además, el senador consideró que hoy el Estado tiene “una oportunidad de realizar políticas, se debería aumentar el peso de faena vigente, tener más kilos de carne en contrapartida de la menor oferta por el menor stock y propiciar la retención de vientres con estímulos tributarios (eliminar ganancias) como poner limite a la faena de hembras”.
Para Díaz, también sería oportuno facilitar el acceso al crédito para la industria frigorífica para poner en marcha un sistema de fraccionamiento por cortes en detrimento de la actual modalidad. Incluso mencionó que “los países vecinos han crecido en producción, las estadísticas son claras y argentina también ha crecido en muchos aspectos pero productivamente vamos a un monocultivo y esto es muy preocupante, esa es la gran diferencia”.
“El Estado puede cerrar exportaciones, importar carne para mejorar la oferta, determinar precios en la cadena cárnica, pero también puede en esta emergencia de precios y salarios, eliminar impuestos que impactan sobre el valor al consumidor final” sugirió el legislador.
