El legislador indicó “son muchos los temas que hacen a la defensa del Medio Ambiente, y me parece que esta arista relacionado con el tratamiento de los residuos patológicos cada día tiene más importancia a nivel internacional”.
En el texto que fundamenta el proyecto ingresado a la Cámara Alta se explica que un residuo patológico es aquel que posee características infecciosas, es decir, tiene capacidad de provocar, contagiar, una enfermedad. Esto es porque el residuo puede contener microorganismos patógenos, con suficiente virulencia y en tal cantidad, que la exposición al mismo por parte de un huésped susceptible puede derivar en un contagio.
Cabe consignar que entre los residuos con estas características podemos señalar guantes usados en asistencia y tratamiento de pacientes, restos de sangre, fluidos humanos y de animales; restos de órganos, elementos corto-punzantes contaminados y en general todo el material que haya tenido contacto con microorganismos potencialmente patógenos.
Ha crecido la población y su concentración en centros urbanos, lo que deriva en el aumento de actividades médicas y de laboratorio. Las actividades generan una importante cantidad de residuos patológicos. Además debe tenerse muy en cuenta que la práctica de la medicina se hace con el uso de elementos descartados, lo que es recomendado por los organismos internacionales que norman la actividad.
Generan en forma permanente residuos los centros de investigaciones biomédicas, hospitales, clínicas de atención médica u odontológica, maternidades, laboratorios de análisis clínicos e investigaciones y las clínicas veterinarias, por citar algunos ejemplos.
“La falta de un tratamiento adecuado puede llevar incluso a la contaminación de napas subterráneas, que pueden ser usadas por la población para consumo o para riego de cultivos”, agregó.
Se ha observado que la quema de dichos residuos, con métodos inapropiados provoca serias consecuencias sobre el aire; los gases despedidos pueden tener, en algunos casos, componentes nocivos para la salud de la población.
El senador dice que “las autoridades deben actuar para prevenir y evitar con ello consecuencias en la población que tiene cercanía con los centros de acopio de residuos, que son los primeros potencialmente afectados”.
Puntualizó que “no cumplir con las reglamentaciones mínimas en el tratamiento de los mismos, conlleva un riesgo significativo para la salud humana, acentuándose tales riesgos cuando por desconocimiento las tareas de manipuleo, recolección, almacenamiento, transporte, tratamiento y eliminación no se realizan bajo condiciones adecuadas de seguridad”.