Muchos comercios cercanos a la zona del río sufrieron los embates de la crecida del mismo. Los mayores perjudicados fueron quienes tienen sus locales en la Costanera donde aún hay agua a la altura del pavimento y no se puede circular. Más al oeste, las situaciones varían, dependiendo de la altura donde estaban ubicados los negocios. A algunos les ingresó agua; a otros no pero debieron cerrar y deben afrontar el lucro cesante que implica no haber trabajado durante 15 días.
Ese es el caso de Liliana quien descargaba las cajas de mercadería en la oscuridad dado que aún la Cooperativa no devolvió la energía eléctrica a la cuadra. “Estamos sin luz. Tuvimos que retirar todo, sacar la mercadería, las cuatro heladeras, el freezer. Nos quedamos sin nada acá adentro y bueno, estamos tratando de volver despacito”, mencionó.
Una quincena sin poder trabajar significa “una gran pérdida”. En especial porque perdieron la posibilidad de vender durante Navidad y Año Nuevo. Es una época especial dado que las ventas se incrementan. “Estábamos vendiendo muy bien hasta el último día. Hasta el 23 estuvo bien pero después empezó todo este problema y se terminó. Tuvimos que cerrar el negocio”, manifestó.
El miércoles 23 de diciembre, bajo una lluvia interminable, debieron salir con todas las cajas y las heladeras a cuestas. “Se complica mucho porque tuvimos que juntar todo en pocas horas”, recalcó. Liliana rescató el gesto de los vecinos, quienes a su vez también se estaban inundando, que se acercaron desinteresadamente a colaborar en la evacuación. “Gente que ni siquiera conocemos que vinieron a ayudarnos. Fue realmente increíble. No esperaba tanta solidaridad”, subrayó.
Liliana tiene dos viviendas, una cerca del arroyo Manzores y la otra del arroyo Ayuí en Villa Zorraquín. En ambas padeció los efectos de la crecida. En el primer caso, el agua ingresó cerca de 70 centímetros. “Fueron tres cosas afectadas en una sola familia”, recalcó.
A pesar de lo acontecido y de que en enero las ventas suelen “bajan un poco”, la mujer dijo que, de igual modo, tratarán de “salir adelante”.
El titular del Centro de Industria y Comercio, Walter Kleiman, indicó que hasta el momento más de 200 propietarios de comercios se anotaron en el marco del relevamiento efectuado. “Todavía se siguen anotando comerciantes que a medida que van teniendo tiempo y se van pudiendo desocupar de sus quehaceres se van censando. Los números exactos lo tendremos una vez que baje el agua y podamos recorrer”, indicó.
Esta mañana, el Concejo Deliberante va a convalidar un decreto del Ejecutivo que estableció la emergencia hídrica. La medida adoptada será reforzada con una serie con otras complementarias de tipo fiscal para mitigar los daños provocados por la crecida del río. “Se ha dispuesto eximir de la tasa inmobiliaria y comercial durante el período de la emergencia hídrica y social”, dijo el concejal Alberto Zadoyko (FPV). Quien, a su vez, recalcó que todos los concejales se pusieron de acuerdo en la decisión adoptada.
Por su parte, Kleiman dijo que había escuchado en un medio que la medida alcanzaba al 50 % de la tasa comercial. “Yo digo que al comerciante se le haría imposible poder pagar las tasas porque realmente han estado sin trabajar y muchos de ellos han perdido muchísimas cosas. Pérdidas totales, les ha quedado mercadería dentro de sus locales con sus herramientas de trabajo como heladeras que han quedado bajo agua”, recalcó.
“Yo digo que ayuda pero se hace difícil pagar el otro 50 %. Se va a necesitar poder reabrir el negocio, comprar las cosas que han quedado bajo el agua y si encima uno tiene que afrontar el pago de impuestos, realmente complicaría más todavía”, mencionó Kleiman.
A ello añadió el lucro cesante que deriva de la situación descripta anteriormente. “Es una pérdida muy importante y más aún aquellos que tienen empleados”, indicó. Por ello, pidió que los ediles tengan consideración por la situación expuesta. “Estaremos expectantes pero confío que el Concejo sea sensible en este aspecto porque realmente es difícil el momento para un comerciante que ha estado bajo el agua con su negocio para poder hacer frente a esa imposición”, subrayó el titular de la entidad intermedia.
No obstante, Zadoyko aclaró que la eximición del pago es del 100 % de la tasa inmobiliaria a los propietarios de viviendas que hayan sido afectados por la creciente del río y que se ubiquen por debajo de la cota 16 y del mismo porcentaje de la tasa comercial a los comerciantes damnificados por la inundación que también se ubiquen por debajo de la cota mencionada.