En un comunicado enviado a este diario, el autor de la iniciativa, Marcelo López, fundamentó que hoy, la denominada ‘brecha digital’ y el dispar acceso a las nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) es una de las tantas fuentes de inequidad social, que debe atenderse a la par de las urgentes e insoslayables mayores inversiones que requiere el sistema educativo entrerriano.
López subrayó que este Programa es una expresión de compromiso con el principio de inclusión de la ciudadanía entrerriana. Creemos que cada integrante del sistema educativo, debe tener la posibilidad de ser parte activa de los procesos sociales, económicos, productivos, y culturales de esta sociedad red, porque entendemos que la mínima capacidad de apropiarse de las tecnologías de la información y de la comunicación en un contexto estructural de innovaciones sucesivas puede hacer una gran diferencia en un mundo en plena globalización, en el que este retraso amenaza con profundizar aún más las disparidades.
Los aspectos operativos del Programa -contenidos en el proyecto que tomará estado parlamentario en la próxima sesión de Diputados- fijan criterios de progresividad en su implementación, pues comienza por establecimientos educativos de las ciudades más pequeñas y alejadas de los grandes centros urbanos.
Para ello, se establece un orden de ejecución que inicia en el año 2010, momento en que se realizarán pruebas de conectividad y provisión de terminales de trabajo en al menos ocho localidades entre 5 mil y 15 mil habitantes; durante el 2011, instituciones educativas en ciudades de menos de 20 mil habitantes; en 2012, será el turno de poblaciones de más de 20 mil habitantes; y, finalmente, se prevé la entrega de equipos de computación a cada ingresante al sistema escolar a partir del año 2013.
Los fundamentos de la iniciativa hablan de que la ‘brecha digital’ refiere a la diferencia socioeconómica entre aquellas comunidades que tienen accesibilidad a Internet y todas las tecnologías de la información y la comunicación, como el computador personal, la telefonía móvil, la banda ancha y otros dispositivos. Este acceso dispar reproduce las desigualdades en infraestructura, conocimiento y poder preexistente entre los países y grupos sociales, además de las diferencias entre grupos e individuos según su capacidad para utilizar esas tecnologías para acceder a contenidos de calidad que generen un uso significativo.
Lópèz explicó además que el programa de inclusión digital que diseñamos tiene el soporte clave en los sectores educativos, pues el modo en que se resuelve el acceso al conocimiento de manera universal es que todas las instituciones educativas dispongan de conectividad para sí y para los integrantes de la comunidad. El libre acceso a la red y el otorgamiento de computadoras personales para alumnos y docentes son pilares clave de la inclusión digital, pues las TICs son definidas como elementos dinamizadores que potencian el desarrollo.
A través de este Programa de inclusión digital genuina será posible la democratización del acceso y uso de las tecnologías, a la vez que contribuirá a la incorporación efectiva de los ciudadanos en el mundo del trabajo, con las transformaciones que éste que plantea.
La propuesta diseñada por el presidente de la bancada, Marcelo López, tiene correlato en experiencias similares en la Provincia de San Luís y el vecina República Oriental del Uruguay.